Fuente: https://smart-lighting.es/grupo-zumtobel-se-millonaria-contrato-gobierno-mongolia/
El Grupo Zumtobel se ha hecho con un millonario contrato con el Gobierno de Mongolia para la implementación de un proyecto integral de alumbrado en el norte de la capital del país. Se instalarán aproximadamente 11.000 puntos de luz LED de la marca Thorn, en calles y plazas que previamente no estaban iluminadas, lo que contribuirá a aumentar la seguridad y vida de estos espacios. El objetivo es utilizar la luz para reducir las tasas de criminalidad y mejorar la seguridad de forma sostenida. Además, la provisión de una infraestructura esencial como es el alumbrado, es un factor clave para atraer empresas y potenciar el atractivo económico de la región.
El Gobierno de Mongolia ha puesto un especial interés en el proyecto ya que supone la mejora de forma sustancial de la vida cotidiana de un grupo de población previamente desfavorecido. Alrededor de 200,000 personas viven en las provincias de Darkhan-Uul y Selenge en el norte de Mongolia.
“La luz es un elemento esencial para mejorar los estándares de vida en los espacios públicos. Por lo tanto, nos complace contribuir un poco a mejorar la seguridad con este proyecto de alumbrado, y en consecuencia, favorecer el desarrollo económico de la región a largo plazo”, declaró Alfred Felder, CEO de Zumtobel Group.
En este proyecto, el Grupo Zumtobel ofrece una solución integral que comprende no solo un sistema de iluminación de alta calidad, sino también servicios que incluyen gestión de proyectos, planificación, entrega, puesta en marcha, así como capacitación y mantenimiento regular. Hasta la fecha, el Grupo Zumtobel no ha realizado ninguna actividad de desarrollo de mercado en Mongolia. Una conclusión exitosa del proyecto proporcionará una base adecuada para cualquier actividad futura en este mercado.
El proyecto está respaldado financieramente por el “préstamo blando” concedido por el Oesterreichische Kontrollbank AG (OeKB). La financiación mediante este tipo de préstamos blandos se utiliza para apoyar la industria exportadora austriaca. Además, etos préstamos de ayuda al desarrollo, que se otorgan en condiciones favorables en cooperación con el sector público, también sirven para el desarrollo sostenible del país objetivo, en este caso, Mongolia.
Alfred Felder, director ejecutivo de Zumtobel Group, y Magnaisuren, secretaria de Estado de Mongolia, firmaron el contrato para el proyecto de infraestructura. Fuente: Grupo Zumtobel
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lunes, 29 de julio de 2019
Signify adquiere el 51% de uno de los principales proveedores chinos de lámparas y luminarias LED
Fuente: https://smart-lighting.es/signify-adquiere-51-uno-los-principales-proveedores-chinos-lamparas-luminarias-led/
Signify acaba de anunciar la adquisición de una participación del 51% de uno de los principales proveedores de lámpara y luminarias LED, Zhejiang Klite Lighting Holdings Co. Con esta transacción, la empresa con sede en Zhejiang (China), tendrá una mayor capacidad de escala e innovación, lo que permitirá mejorar el desarrollo de sus productos, incluida la oferta de iluminación conectadas. Asimismo, la operación afianza la posición estratégica de Signify en la cadena de suministro de lámparas y luminarias LED.
“Estamos muy entusiasmados de fortalecer nuestro asociación con Signify, cuya posición líder en el mercado y el desarrollo tecnológico de vanguardia formará una gran sinergia con nuestros conocimientos técnicos”, declaró Yanwei Shen, Presidente de Klite Lighting. “Además, continuaremos brindando productos y servicios a clientes nuevos y los ya existentes, con quienes nos comprometemos a seguir desarrollando asociaciones estratégicas”.
“Este movimiento fortalecerá estratégicamente nuestra posición en la cadena de suministro de lámparas y luminarias LED. Nuestra experiencia combinada, el poder de innovación y la escala de distribución ayudarán a ofrecer innovaciones rentables a los clientes de una forma más rápida, incluido el desarrollo de soluciones conectadas. Además, esta adquisición nos permitirá capturar valor del creciente segmento de marcas privadas (o marcas blancas)”, declaró Rowena Lee, responsable del Grupo de Negocios LED de Signify.
Klite lighting ha sido uno de los principales proveedores de Signify de lámparas y luminarias LED durante muchos años. Además, la compañía fabrica una ámplia gama de estos productos para una gran base de clientes a nivel global, que generó alrededor de 250 millones de euros en ventas a terceros en 2018.
Se espera que la transacción se cierre en la segunda mitad del 2019, luego de lo cual Klite Lighting continuará operando como una entidad independiente.
Signify acaba de anunciar la adquisición de una participación del 51% de uno de los principales proveedores de lámpara y luminarias LED, Zhejiang Klite Lighting Holdings Co. Con esta transacción, la empresa con sede en Zhejiang (China), tendrá una mayor capacidad de escala e innovación, lo que permitirá mejorar el desarrollo de sus productos, incluida la oferta de iluminación conectadas. Asimismo, la operación afianza la posición estratégica de Signify en la cadena de suministro de lámparas y luminarias LED.
“Estamos muy entusiasmados de fortalecer nuestro asociación con Signify, cuya posición líder en el mercado y el desarrollo tecnológico de vanguardia formará una gran sinergia con nuestros conocimientos técnicos”, declaró Yanwei Shen, Presidente de Klite Lighting. “Además, continuaremos brindando productos y servicios a clientes nuevos y los ya existentes, con quienes nos comprometemos a seguir desarrollando asociaciones estratégicas”.
“Este movimiento fortalecerá estratégicamente nuestra posición en la cadena de suministro de lámparas y luminarias LED. Nuestra experiencia combinada, el poder de innovación y la escala de distribución ayudarán a ofrecer innovaciones rentables a los clientes de una forma más rápida, incluido el desarrollo de soluciones conectadas. Además, esta adquisición nos permitirá capturar valor del creciente segmento de marcas privadas (o marcas blancas)”, declaró Rowena Lee, responsable del Grupo de Negocios LED de Signify.
Klite lighting ha sido uno de los principales proveedores de Signify de lámparas y luminarias LED durante muchos años. Además, la compañía fabrica una ámplia gama de estos productos para una gran base de clientes a nivel global, que generó alrededor de 250 millones de euros en ventas a terceros en 2018.
Se espera que la transacción se cierre en la segunda mitad del 2019, luego de lo cual Klite Lighting continuará operando como una entidad independiente.
domingo, 14 de julio de 2019
Posición de la CIE respecto a los riesgos de la luz azul
Fuente: CIE
April, 2019
Ha habido numerosas publicaciones en los medios de comunicación acerca de los riesgos para la salud de las personas como consecuencia de la exposición a la luz emitida por fuentes tales como los diodos emisores de luz, (LED’s), y que se refieren al término “blue light hazard” (BLH), riesgos de la luz azul. Ha sido utilizado para representar el riesgo de daño ocular real y su influencia en el bienestar general.
El término “blue light hazard” debería utilizarse solo cuando se considera el riesgo fotoquímico para los tejidos retinianos del ojo (técnicamente referido como “fotomaculoterapia”), generalmente asociados con miradas directas a fuentes brillantes como son el sol o los arcos fotovoltaicos. La palabra “azul” se incluye en la definición porque el riesgo de daño fotoquímico es dependiente de la longitud de onda, teniendo el máximo en el rango azul del espectro de la radiación óptica, entre 435 nm y 440 nm. La “International Commission on Non-lonizing Radiation Protection, (ICNIRP), ha publicado la “blue light hazard function” (función de riesgo de la luz azul), una función de peso dependiente de la longitud de onda, y una guía para los límites de exposición [1]. La CIE ha estandarizado esta función en la CIE S 009:2002 “Photobiological safety of lamps and lamp systems” (Seguridad fotobiológica de lámparas y sistemas de lámparas), actualmente publicada como IEC/CIE 62471:2006 [2]. No hay evidencia de ningún efecto adverso en la salud en seres humanos producido por exposición ocasional a la radiación óptica en los límites de exposición citados.
Las lámparas, incluidos los LEDs, emiten luz blanca, la cual incluye normalmente una proporción de luz a longitudes de onda que son relevantes para el problema de BLH. Las lámparas “frías”, o a las que se les atribuye una alta temperatura de color, tienen una proporción de luz azul mayor que las lámparas “cálidas” o de baja temperatura de color. De hecho el límite de la proporción de luz azul peligrosa de las lámparas incandescentes y lámparas LED utilizadas para la iluminación general, son similares para temperaturas de color también similares. Estudios experimentales han mostrado que los límites del peligro a la exposición de riesgo de la luz azul no se sobrepasan en condiciones razonables de utilización. Además los niveles de exposición son, a menudo, menores que los experimentados mirando al cielo azul.
También es importante considerar las exposiciones oculares reales en la práctica [3]. Se han publicado una serie de estudios, con una amplia cobertura en los medios de comunicación, que afirman observar efectos adversos provenientes de las fuentes de luz blanca. La mayoría de estos estudios se realizan en condiciones inusuales que incluyen:
• exposición prolongada
• LEDs de temperatura de color alta (p.e. un componente azul muy elevado)
• exposiciones significativamente mayores que las expresadas como límites en el ICNIRP
• fijación de las fuentes de luz
• la utilización de modelos de animales nocturnos o de células humanas in vitro.
Es fundamental indicar que una fuente de luz blanca que emita luz azul a niveles suficientes para acercarse al límite del peligro de exposición a la luz azul debe ser extremadamente brillante, produciendo también deslumbramiento, y que tales fuentes no suelen estar en
ambientes habituales. También, que la iluminación con una muy alta temperatura de color se percibe por la mayoría de las personas como desagradable e incómoda, especialmente en la iluminación doméstica. Se sabe que durante una situación de iluminación normal experimentamos exposiciones transitorias a altos niveles de luz, y podemos tener muchas de esas exposiciones por día. Sin embargo, la acumulación de estas exposiciones durante el día no supondrá exceder los límites aceptables de exposición.
La CIE considera que el BLH no es importante para las fuentes de luz blanca utilizadas en el alumbrado general, incluso para aquellas que están enriquecidas en el espectro azul; sin embargo, se aconseja precaución para las posibles circunstancias que puedan ocurrir durante muchos días, si la exposición continua a la radiación óptica se aproxima al límite de exposición del BLH. De hecho, ese nivel de exposición debe evitarse. Tal exposición es poco probable para fuentes de luz blanca, pero puede ser posible con fuentes que emitan principalmente luz azul.
También se debe tener en cuenta que la utilización de fuentes que emiten principalmente luz azul es una causa de preocupación para la exposición a los ojos de los niños. Incluso si no se excede el límite de BLH, tales fuentes pueden ser demasiado brillantes para los jóvenes. Por esta razón, no se recomienda la utilización de lámparas indicadoras o de señalización azules para juguetes y otros dispositivos que puedan ser vistos por niños. Cuando se utilicen fuentes de luz azul en dichos productos, el límite de exposición de la luz azul debe reducirse por un factor de 10. Esto es incluso más importante en fuentes de luz que emiten radiación violeta o violeta extremo.
Ha habido propuestas de que la luz azul puede estar relacionada con el riesgo de degeneración macular asociada con la edad. Estas afirmaciones son generalmente especulativas y no están respaldadas por la literatura de referencia.
El término “blue light hazard” no se debe utilizar cuando se hace referencia a la interrupción del ritmo circadiano o al trastorno del sueño. Sin embargo, la CIE reconoce que hay una preocupación pública por las influencias no visuales de la luz azul en la salud de las personas, y ha emitido una declaración de posicionamiento sobre este tema [4]. Se publicará una actualización al respecto a su debido tiempo teniendo en cuenta, por ejemplo, la CIE S 026:2018 [5].
Referencias
[1] ICNIRP Guidelines on Limits of exposure to incoherent visible and infrared radiation. Health Physics. 105(1):74‐96; 2013 (available from www.icnirp.org).
[2] IEC 62471:2006/CIE S 009:2002 Photobiological safety of lamps and lamp systems (bilingual edition) / Sécurité photobiologique des lampes et des appareils utilisant des lampes.
[3] Sliney, D H, Bergman, R and O’Hagan, J. Photobiological Risk Classification of Lamps and Lamp Systems—History and Rationale. LEUKOS, 12:4, 213-234, 2016, DOI: 10.1080/15502724.2016.1145551.
[4] CIE Position Statement on Non-Visual Effects of Light – Recommending Proper Light at the Proper Time, June 28, 2015.
[5] CIE S 026/E:2018 CIE System for Metrology of Optical Radiation for ipRGC-Influenced Responses to Light.
April, 2019
Ha habido numerosas publicaciones en los medios de comunicación acerca de los riesgos para la salud de las personas como consecuencia de la exposición a la luz emitida por fuentes tales como los diodos emisores de luz, (LED’s), y que se refieren al término “blue light hazard” (BLH), riesgos de la luz azul. Ha sido utilizado para representar el riesgo de daño ocular real y su influencia en el bienestar general.
El término “blue light hazard” debería utilizarse solo cuando se considera el riesgo fotoquímico para los tejidos retinianos del ojo (técnicamente referido como “fotomaculoterapia”), generalmente asociados con miradas directas a fuentes brillantes como son el sol o los arcos fotovoltaicos. La palabra “azul” se incluye en la definición porque el riesgo de daño fotoquímico es dependiente de la longitud de onda, teniendo el máximo en el rango azul del espectro de la radiación óptica, entre 435 nm y 440 nm. La “International Commission on Non-lonizing Radiation Protection, (ICNIRP), ha publicado la “blue light hazard function” (función de riesgo de la luz azul), una función de peso dependiente de la longitud de onda, y una guía para los límites de exposición [1]. La CIE ha estandarizado esta función en la CIE S 009:2002 “Photobiological safety of lamps and lamp systems” (Seguridad fotobiológica de lámparas y sistemas de lámparas), actualmente publicada como IEC/CIE 62471:2006 [2]. No hay evidencia de ningún efecto adverso en la salud en seres humanos producido por exposición ocasional a la radiación óptica en los límites de exposición citados.
Las lámparas, incluidos los LEDs, emiten luz blanca, la cual incluye normalmente una proporción de luz a longitudes de onda que son relevantes para el problema de BLH. Las lámparas “frías”, o a las que se les atribuye una alta temperatura de color, tienen una proporción de luz azul mayor que las lámparas “cálidas” o de baja temperatura de color. De hecho el límite de la proporción de luz azul peligrosa de las lámparas incandescentes y lámparas LED utilizadas para la iluminación general, son similares para temperaturas de color también similares. Estudios experimentales han mostrado que los límites del peligro a la exposición de riesgo de la luz azul no se sobrepasan en condiciones razonables de utilización. Además los niveles de exposición son, a menudo, menores que los experimentados mirando al cielo azul.
También es importante considerar las exposiciones oculares reales en la práctica [3]. Se han publicado una serie de estudios, con una amplia cobertura en los medios de comunicación, que afirman observar efectos adversos provenientes de las fuentes de luz blanca. La mayoría de estos estudios se realizan en condiciones inusuales que incluyen:
• exposición prolongada
• LEDs de temperatura de color alta (p.e. un componente azul muy elevado)
• exposiciones significativamente mayores que las expresadas como límites en el ICNIRP
• fijación de las fuentes de luz
• la utilización de modelos de animales nocturnos o de células humanas in vitro.
Es fundamental indicar que una fuente de luz blanca que emita luz azul a niveles suficientes para acercarse al límite del peligro de exposición a la luz azul debe ser extremadamente brillante, produciendo también deslumbramiento, y que tales fuentes no suelen estar en
ambientes habituales. También, que la iluminación con una muy alta temperatura de color se percibe por la mayoría de las personas como desagradable e incómoda, especialmente en la iluminación doméstica. Se sabe que durante una situación de iluminación normal experimentamos exposiciones transitorias a altos niveles de luz, y podemos tener muchas de esas exposiciones por día. Sin embargo, la acumulación de estas exposiciones durante el día no supondrá exceder los límites aceptables de exposición.
La CIE considera que el BLH no es importante para las fuentes de luz blanca utilizadas en el alumbrado general, incluso para aquellas que están enriquecidas en el espectro azul; sin embargo, se aconseja precaución para las posibles circunstancias que puedan ocurrir durante muchos días, si la exposición continua a la radiación óptica se aproxima al límite de exposición del BLH. De hecho, ese nivel de exposición debe evitarse. Tal exposición es poco probable para fuentes de luz blanca, pero puede ser posible con fuentes que emitan principalmente luz azul.
También se debe tener en cuenta que la utilización de fuentes que emiten principalmente luz azul es una causa de preocupación para la exposición a los ojos de los niños. Incluso si no se excede el límite de BLH, tales fuentes pueden ser demasiado brillantes para los jóvenes. Por esta razón, no se recomienda la utilización de lámparas indicadoras o de señalización azules para juguetes y otros dispositivos que puedan ser vistos por niños. Cuando se utilicen fuentes de luz azul en dichos productos, el límite de exposición de la luz azul debe reducirse por un factor de 10. Esto es incluso más importante en fuentes de luz que emiten radiación violeta o violeta extremo.
Ha habido propuestas de que la luz azul puede estar relacionada con el riesgo de degeneración macular asociada con la edad. Estas afirmaciones son generalmente especulativas y no están respaldadas por la literatura de referencia.
El término “blue light hazard” no se debe utilizar cuando se hace referencia a la interrupción del ritmo circadiano o al trastorno del sueño. Sin embargo, la CIE reconoce que hay una preocupación pública por las influencias no visuales de la luz azul en la salud de las personas, y ha emitido una declaración de posicionamiento sobre este tema [4]. Se publicará una actualización al respecto a su debido tiempo teniendo en cuenta, por ejemplo, la CIE S 026:2018 [5].
Referencias
[1] ICNIRP Guidelines on Limits of exposure to incoherent visible and infrared radiation. Health Physics. 105(1):74‐96; 2013 (available from www.icnirp.org).
[2] IEC 62471:2006/CIE S 009:2002 Photobiological safety of lamps and lamp systems (bilingual edition) / Sécurité photobiologique des lampes et des appareils utilisant des lampes.
[3] Sliney, D H, Bergman, R and O’Hagan, J. Photobiological Risk Classification of Lamps and Lamp Systems—History and Rationale. LEUKOS, 12:4, 213-234, 2016, DOI: 10.1080/15502724.2016.1145551.
[4] CIE Position Statement on Non-Visual Effects of Light – Recommending Proper Light at the Proper Time, June 28, 2015.
[5] CIE S 026/E:2018 CIE System for Metrology of Optical Radiation for ipRGC-Influenced Responses to Light.
martes, 2 de julio de 2019
¿Y dónde quedó el OLED?
Fuente: https://www.iluminet.com/y-donde-quedo-el-oled/
Hace ya varios años la tecnología OLED se perfilaba como una opción frente a otros sistemas de iluminación existentes, sin embargo, debido a sus altos costos de producción y a sus bajos niveles de eficiencia en comparación con el LED, terminó por considerarse solo como un “quizás” para la industria de la luz.
Hay que recordar que el desarrollo de esta tecnología tiene más de 45 años, cuando se demostró por primera vez la electroluminiscencia de pequeñas moléculas a partir de materiales orgánicos. Pero no sería hasta la década de los 90 con el denominado SOLED que permitió una mejora significativa (pero quizás no suficiente) para mejorar la emisión de la luz, eficiencia y el tiempo de vida del dispositivo, que en cambio si permitieron su ingreso en la manufactura a gran escala de pantallas para televisores y otros dispositivos electrónicos.
Las investigaciones sobre sus capacidades para el sector de iluminación no se detuvieron, ya que hace unos meses, el Departamento de Energía de los Estados Unidos presentó un informe sobre los avances en cuanto a su eficiencia y sus niveles de degradación lumínica.
Paneles de distintos fabricantes fueron sometidos a temperaturas ambiente ligeramente elevadas de 35 Cº o 45 Cº, con una duración de prueba de hasta 7000 horas. Resaltando el rendimiento de los nuevos paneles Brite 3 de OLEDWorks, mismos que pusieron a prueba en temperaturas de 90 Cº y a 90% de humedad, para después exponerlos a ciclos de potencia. Lo que dio como resultado en todas las pruebas una duración de 1500 horas, manteniendo un flujo superior al 92% (incluso con la exposición en un entorno operativo difícil) Lo que finalmente demostró que la marca OLEDWorks ha ido mejorado su tecnología de encapsulación ya que tampoco hubo gran cambio en la cromaticidad después de estas 1500 horas.
Sus resultados demostraron que el rendimiento y la confiabilidad de los productos OLED continúa mejorando. Sin embargo, todavía existen algunos elementos que deben trabajar, como lograr una mejora adicional en la eficacia luminosa y abordar la necesidad de una vida útil más longeva (la cual aun dista de la del LED).
¿Por qué el interés en el OLED para la iluminación?
Se debe entender al OLED no como un sucesor del LED, sino como una alternativa para aplicaciones específicas (al menos por ahora), ya que una diferencia básica entre ambos sistemas es que el LED al ser un componente no orgánico puede considerarse como una fuente puntual de luz mientras que el OLED es una superficie emisora.
Otra característica que los distingue son sus capas orgánicas más delgadas, ligeras y flexibles en contraste con las capas cristalinas de los LED. En concreto, el hecho de que las capas emisoras de un OLED sean más ligeras hace que su sustrato pueda ser flexible (por desgracia estas mismas cualidades son características que no permiten alcanzar en calidad al LED).
De lograr una mejora sustancial a corto o mediano plazo respecto a su rendimiento y costos de fabricación, podríamos considerar como tentadoras algunas de sus promesas, ya sea su capacidad para dar mayor uniformidad en el área de distribución (reduciendo de este modo la necesidad de ópticas o difusores), la posibilidad de un CRI mayor a 90, un mejor control del calor (ya que su luz se genera a partir de la recombinación radiativa de excitones con muy poco calor asociado), así como un nuevo abanico de posibilidades para el diseño de iluminación.
Es evidente que el interés por esta tecnología va por un segundo round para demostrar sus capacidades para la iluminación. Empresas como Acuity Brands y su reciente alianza con OLEDWorks, Konica Minolta y el desarrollo de nuevas aplicaciones como Lighting Paper, LG Display y sus productos Luflex, entre otros, dan cuenta de ello. Será cuestión de estar atentos a las novedades que traigan consigo.
Hace ya varios años la tecnología OLED se perfilaba como una opción frente a otros sistemas de iluminación existentes, sin embargo, debido a sus altos costos de producción y a sus bajos niveles de eficiencia en comparación con el LED, terminó por considerarse solo como un “quizás” para la industria de la luz.
Hay que recordar que el desarrollo de esta tecnología tiene más de 45 años, cuando se demostró por primera vez la electroluminiscencia de pequeñas moléculas a partir de materiales orgánicos. Pero no sería hasta la década de los 90 con el denominado SOLED que permitió una mejora significativa (pero quizás no suficiente) para mejorar la emisión de la luz, eficiencia y el tiempo de vida del dispositivo, que en cambio si permitieron su ingreso en la manufactura a gran escala de pantallas para televisores y otros dispositivos electrónicos.
Las investigaciones sobre sus capacidades para el sector de iluminación no se detuvieron, ya que hace unos meses, el Departamento de Energía de los Estados Unidos presentó un informe sobre los avances en cuanto a su eficiencia y sus niveles de degradación lumínica.
Paneles de distintos fabricantes fueron sometidos a temperaturas ambiente ligeramente elevadas de 35 Cº o 45 Cº, con una duración de prueba de hasta 7000 horas. Resaltando el rendimiento de los nuevos paneles Brite 3 de OLEDWorks, mismos que pusieron a prueba en temperaturas de 90 Cº y a 90% de humedad, para después exponerlos a ciclos de potencia. Lo que dio como resultado en todas las pruebas una duración de 1500 horas, manteniendo un flujo superior al 92% (incluso con la exposición en un entorno operativo difícil) Lo que finalmente demostró que la marca OLEDWorks ha ido mejorado su tecnología de encapsulación ya que tampoco hubo gran cambio en la cromaticidad después de estas 1500 horas.
Sus resultados demostraron que el rendimiento y la confiabilidad de los productos OLED continúa mejorando. Sin embargo, todavía existen algunos elementos que deben trabajar, como lograr una mejora adicional en la eficacia luminosa y abordar la necesidad de una vida útil más longeva (la cual aun dista de la del LED).
¿Por qué el interés en el OLED para la iluminación?
Se debe entender al OLED no como un sucesor del LED, sino como una alternativa para aplicaciones específicas (al menos por ahora), ya que una diferencia básica entre ambos sistemas es que el LED al ser un componente no orgánico puede considerarse como una fuente puntual de luz mientras que el OLED es una superficie emisora.
Otra característica que los distingue son sus capas orgánicas más delgadas, ligeras y flexibles en contraste con las capas cristalinas de los LED. En concreto, el hecho de que las capas emisoras de un OLED sean más ligeras hace que su sustrato pueda ser flexible (por desgracia estas mismas cualidades son características que no permiten alcanzar en calidad al LED).
De lograr una mejora sustancial a corto o mediano plazo respecto a su rendimiento y costos de fabricación, podríamos considerar como tentadoras algunas de sus promesas, ya sea su capacidad para dar mayor uniformidad en el área de distribución (reduciendo de este modo la necesidad de ópticas o difusores), la posibilidad de un CRI mayor a 90, un mejor control del calor (ya que su luz se genera a partir de la recombinación radiativa de excitones con muy poco calor asociado), así como un nuevo abanico de posibilidades para el diseño de iluminación.
Es evidente que el interés por esta tecnología va por un segundo round para demostrar sus capacidades para la iluminación. Empresas como Acuity Brands y su reciente alianza con OLEDWorks, Konica Minolta y el desarrollo de nuevas aplicaciones como Lighting Paper, LG Display y sus productos Luflex, entre otros, dan cuenta de ello. Será cuestión de estar atentos a las novedades que traigan consigo.
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