Iniciativa Slowlight: Nueva cultura de luz. Celebrando el día internacional de la luz y el nacimiento de la INICIATIVA SLOWLIGHT en defensa de una GESTIÓN PÚBLICA SOSTENIBLE DE LAS REDES DE ALUMBRADO que permita, con objeto de sensibilizar a la ciudadanía, al sector empresarial y a los diferentes entes públicos sobre la necesidad de promover un uso racional de la luz, promulgamos los principios básicos esenciales para una NUEVA CULTURA DE ILUMINACIÓN, un cambio de enfoque hacia la sostenibilidad global que permita recuperar la noche en las ciudades. Este cambio de enfoque se plantea desde el conocimiento compartido, con una amplia visión técnica y administrativa de la ingeniería municipal, del sector de la iluminación técnica y conscientes de la complejidad y extensión de los problemas estructurales que afectan al sector, así como del a problema de la contaminación lumínica gracias al aprendizaje adquirido de la comunidad científica, al objeto de iniciar una desescalada en sus valores e impactos perjudiciales.
Estrategia Slowlight: Mejores ciudades a través de la luz.
La INICIATIVA SLOWLIGHT persigue obtener mejores entornos a través de la luz, tanto en el ámbito urbano como en el rural, creando espacios nocturnos en armonía, en los que la noche recupera protagonismo, gracias a una iluminación calmada, inteligente, saludable, sostenible, confortable y emocional, donde tanto la luz como la oscuridad son protagonistas en el diseño del paisaje nocturno. Está orientada a la ciudadanía en general, a las administraciones públicas y privadas con capacidad de gestión medioambiental y de iluminación en el plano estratégico y ejecutivo, y al sector empresarial de iluminación técnica que engloba a todos los integrantes de la cadena de valor, fabricantes, ingenierías y empresas constructoras e instaladoras entre otras, propiciando una nueva cultura de iluminación pública.
Beneficios de la iniciativa Slowlight
La iniciativa Slowlight está alineada con los objetivos de la agenda urbana 2020-2030 y contribuye a reducir el grave problema medioambiental producido por la contaminación lumínica, favoreciendo la transición energética hacia una descarbonización de la economía y un uso responsable de los recursos. La Iluminación calmada y sostenible supone un menor consumo energético, ahorro de costes y una menor huella de carbono, proporcionando un entorno más confortable y más saludable para la ciudadanía y respetuoso con la biodiversidad.
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