Un nuevo estudio desarrollado por investigadores de la Universidad Friedrich-Alexander de Erlangen ha comparado los efectos de la luz roja y azul sobre el sueño y atención en adolescentes. Los resultados han sido publicados recientemente en la revista científica “Physiology & Behavior”.
¿Pueden los alumnos en escuelas concentrarse y rendir mejor si están rodeados por una luz de un color particular? Esta es la pregunta que han pretendido contestar el equipo de investigación liderado por la Dra. Petra Studer, neurocientífica, y el Dr. Oliver Kratz, consultor principal del Departamento de Salud Mental para Niños y Adolescentes de la Universidad de Erlangen, comparando la influencia de la luz roja y azul en la atención y la calidad del sueño en adolescentes.
Aproximadamente 30 alumnos procedente de escuelas de Erlangen, con edades comprendidas entre los 11 y 17 años, participaron en el proyecto. En dos días diferentes, acudieron al “laboratorio de luz”, una sala con una iluminación brillante, donde estuvieron expuestos a luz azul y roja cada una en días diferentes. Después de 20 a 60 minutos en este entorno, los adolescentes completaron las pruebas destinadas a determinar qué tan bien podían concentrarse. Tuvieron que completar tareas matemáticas y de comprensión de lectura, y realizar una prueba para determinar sus niveles de atención.
Los resultados: azul por la mañana, rojo por la tarde
Los investigadores llegaron a la conclusión de que, al igual que los adultos, la atención de los adolescentes aumentó con la luz azul, medida en base a los errores y la consistencia de sus reacciones: en dos de las tres pruebas de atención obtuvieron mejores resultados que cuando estaban expuestos a luz roja. Sin embargo, el color de la luz no supuso ninguna diferencia en la comprensión de lectura.
¿Por qué los diferentes colores de la luz afectan a la capacidad de concentración? “Nuestro reloj corporal responde a los diferentes tonos de la luz, que son el reflejo del ritmo natural de día y noche. La luz azul recuerda a la luz de la mañana y nuestro cerebro se pone en marcha, listo para actuar teniendo todo el día por delante. La luz roja, por otro lado, nos recuerda a la noche y nos indica que es hora de que nos relajemos y descansemos. Los primeros resultados del estudio muestran que los adolescentes duermen un poco mejor después de estar expuestos a la luz roja en la noche en vez de luz azul”, explicar el Dra. Studer.
Esto también explica por qué algunas personas tienen más probabilidades de tener una peor calidad del sueño si usan sus teléfonos móviles antes de irse a la cama, debido en parte a la luz azul de la pantalla. Estar expuesto a esta luz en la noche hace que nuestros cerebros se estimulen en el momento equivocado del día. Algunos fabricantes ofrecen un modo nocturno para los dispositivos que emiten más colores rojos, destinados a relajar los ojos y el cerebro. La Dra. Studer y sus colegas esperan que su estudio fomente una mayor investigación sobre los efectos de la luz sobre la atención y el sueño en adolescentes. No solo eso, sino que también pueda conducir a nuevos desarrollos como una iluminación diseñada para proporcionar las condiciones perfectas para un aprendizaje enfocado y un sueño saludable.
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