Fuente: https://www.elterritorio.com.ar/una-iluminacion-mas-eficiente-para-mejorar-el-espacio-publico-10499-et
La luz led de las nuevas luminarias que ahora se fabrican en Misiones trae sorprendentes beneficios, no sólo para la economía, sino también para la salud y el medio ambiente.
La empresa Lug de capitales polacos recibió a El Territorio y mostró su proceso productivo. También contó sus planes de proyección y el cambio tecnológico y cultural que representa utilizar luminarias más eficientes.
También las infinitas posibilidades de conexión que traen los equipos, que se pueden informatizar y así aportar más utilidades a cada espacio al que estén destinadas.
“Hoy fabricamos luminarias para el alumbrado público, que son las farolas para plazas y paseos, reflectores para grandes espacios y después una línea para la iluminación industrial. La otra parte que le seguirá próximamente es la iluminación para interiores, la empresa de nuestros socios tiene una variedad infinita de desarrollo de luminarias para cada uso específico. Así hay luminarias para obras de infraestructura, para ferrocarriles, para interiores, es infinita la posibilidad. En general todas las luces tienen un mínimo de garantía de tres años pero la vida útil supera las 70 mil horas de consumo”, comento Rogelio Bertone, presidente de Lug en Misiones.
El directivo detalló que con la conexión de nuevas luminarias led en espacios públicos hay un sinfín de oportunidades de desarrollo. En este sentido, se pueden pensar luminarias que cada vez consuman menos energía, o que también aporten información útil al sistema energético o a otros organismos para el beneficio de la sociedad.
“La luminaria que nosotros colocamos viene preparada para ser alimentada con otro tipo de fuente de energía renovable como puede ser la solar o con un aerogenerador. Trabajan con 24 voltios y viene con un driver programable que permite varios tipos de usos”, adelantó.
Desde la fábrica se recordó que la empresa ya ha vendido e instalado equipos de luminarias en otras provincias como Mendoza, Santa Fe y Buenos Aires.
“Esto recién arranca acá, para nosotros todo el mercado está despertando”, precisó el directivo dando cuenta que las consultas sobre la tecnología led van en aumento en todo el país.
Sobre el cambio tecnológico, apuntó además que “las luminarias vienen equipadas para permitir una comunicación inteligente entre ellas (se podrían encender en forma escalonada, por ejemplo). Se puede instalar desde un simple detector de movimiento que comanda un grupo de luminarias, algo que en las ciudades se llama Smart city y está muy de moda. Algunos piensan que es muy difícil de aplicar, pero en realidad es muy simple. Hay que tener la tecnología y las conexiones suficientes para desarrollarlo”.
Ahorro concreto
En cuanto a eficiencia energética, Bertone recordó que hoy una lámpara que ilumina una calle puede consumir alrededor de unos 300 watts por hora. Algo muy ineficiente si se la compara con una luminaria led.
“Las lámparas convencionales de alumbrado público son de 250 watts, más la fuente que tienen en realidad terminan consumiendo unos 300 watts. La luminaria led en principio gasta un 60% menos de energía. Y es que, con el paso del tiempo, por ejemplo, un mes, va generando menos temperatura y permite ahorrar ya un 70% de energía”, se comentó.
Tipos de luminarias
Paolo Quintana, ingeniero a cargo de la producción en la planta de Lug dentro del Parque Industrial de Posadas, acotó que hay ventajas también en poder elegir el tipo de luminaria para cada ambiente a iluminar.
“Hay lámparas para bicicendas y sendas peatonales. La línea Urbino (el tipo de luminaria) ofrece desde consumos desde 27 watts hasta 157 watts, desde 3 mil lúmenes hasta casi 20 mil lúmenes. Al ser fabricantes y poder hacer el módulo nosotros lo hacemos a medida”, detalló el técnico.
Resaltó también que el diseño permite importantes ahorros. “Nosotros tenemos el menor ancho por lámparas. Están hechas de aluminio inyectado con una pintura especial, y por su diseño permiten un mejor enfriamiento y a la vez se autolimpian con cada lluvia”.
Ventajas
Además de la clara ventaja en el ahorro energético, Bertone recordó que hay beneficios que se verán con el tiempo y el uso intensivo.
“Después hay que ver otras ventajas, como la temperatura que tiene la luz (que determina mayor nitidez); hay un montón de cosas que empiezan a cambiar a partir de ahí. Se empieza a darle mayor prioridad al proyecto lumínico que no va a depender de lo que digan las normas Iram viejas y sí de las nuevas normas de calidad que se están implementando. Estas normas hablan de ir hacia menos cantidad de potencia, menos cables, menos transformadores, menos todo. La eficiencia lumínica pasa por varios factores”.
Diferencias
El industrial comentó que hay grandes diferencias entre las ofertas led que se pueden encontrar. “Hay algunas luminarias que se dicen más eficientes o más económicas que otras, pero hay que ver la temperatura del color que emiten. Y cómo esa emisión la toma el ojo humano. Para eso hay un certificado de calidad fotobiológica porque hay emisiones de luz que no son del todo sanas para el ojo humano. Así, una luz de mala calidad a una exposición constante es complicada”.
Bertone recordó que en un proceso licitatorio en Mendoza se presentaron 14 empresas oferentes de luminarias led, “pero sólo seis cumplíamos con todos los certificados de calidad que pide Nación. Con esto se demuestra que a pesar de ser algo básico hay un montón de empresas y productos que no tienen las certificaciones necesarias. Así también, como pasaba hasta hace un tiempo atrás nomás, mucha gente traía de Paraguay luces led porque eran más baratas, pero después te preguntan por qué las ‘luces titilan’ o iluminaban menos con el tiempo. Todo es una cuestión de calidad”, enfatizó.
El proceso entre robots y humanos
La sala de producción de luminarias led integra el trabajo con personas y máquinas con equipos robóticos de precisión. Para entrar a la sala se requiere que el personal use una bata y cubra con zapatos antiestáticos y antipolvo. En tanto, una especie de balanza, por donde pasa cada operario, mide si el cuerpo registra alguna estática y de detectarla permite su descarga a cero. “El mayor enemigo de la vida útil de los leds son la temperatura elevada y la estática. Especialmente al momento de fabricación se cuida de que el ambiente sea de estática cero, para que no haya el más mínimo daño a los equipos antes de armarse y sellarse”, explicó Paolo Quintana, ingeniero a cargo de la producción de Lug. El comienzo de fabricación comienza por la colocación de las pequeñas luces led en las diferentes tiras o filas dentro de las plaquetas de aluminio. Este proceso se hace con un brazo robótico y después la plaqueta se pasa a un horno para que la pasta de pegamento de cada led quede sellada. Al retirar las placas, para su observación en microscopio, los operarios usan guantes especiales antiestáticos. Si llegara a haber algún error de pegado, cada emisor led puede retocarse con pegamento. Luego, en la sección de armado, cada operario ensambla las luminarias con su correspondiente driver, partes metálicas y el vidrio antivandálico que protege a los led. Cada led se recubre con un lente que direcciona el tipo de luz que emitirá, así puede ser una luz más fija o más distorsionada, dependiendo del ambiente en donde se utilice. En la manipulación final, los operarios trabajan atados a un pequeño cable que previene que cualquier carga estática pueda pasar a los equipos.
Muy buena nota!Que tengan mucho exito.
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