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viernes, 10 de febrero de 2017

10 falsos mitos sobre la tecnología LED

Fuente: http://www.voltimum.es/articulos-tecnicos/10-falsos-mitos-tecnologia-led

Material aportado por el Ing. Ricardo Berizzo (www.transporteelectrico.blogspot.com.ar)

No es ningún secreto que el LED ha transformado la industria de la iluminación. Desde que en 1927 Oleg Lósev desarrollara el primer LED hasta hoy, hemos visto como este pequeño punto pasaba de ser un indicador de luz en los aparatos electrónicos a convertirse en una prometedora fuente de luz destinada a sustituir a las fuentes convencionales. Y es que el LED ha revolucionado el mercado gracias a su eficiencia, tamaño, resistencia y potencia.

A pesar de las muchas ventajas de la iluminación LED, aún hay muchos mitos y falsas ideas a su alrededor. Así que vamos a poner luz sobre ellas:
Mito 1: Los LEDS son caros e inaccesibles
Aunque el precio inicial de una lámpara LED es mayor que el de una lámpara convencional, las primeras necesitan mucha menos energía para funcionar y son mucho más resistentes que las lámparas convencionales, durando muchos años más. Lo que se traduce económicamente en un ahorro energético y una menor necesidad de mantenimiento. Por ejemplo, las lámparas LED Philips utilizan un 80-90% menos de energía que una lámpara incandescente tradicional, durando también 20 veces más. Eso significa que, en menos de un año, habrás recuperado la inversión realizada. Por otra parte, el desarrollo del LED ha permitido un descenso en el precio del producto de más del 50% desde 2009.

Mito  2: Los LED proporcionan una luz incómoda
El LED blanco que conocemos es en esencia un diodo azul sobre el que se aplica una capa de fósforo amarillo, pudiendo así ofrecer luz blanca. Los primeros LED daban una luz azulada, resultando una luz muy fría y ciertamente incómoda para determinadas atmósferas. Hoy en día, tenemos una amplia gama de temperaturas de color en el mercado, exactamente igual que en las tecnologías convencionales, desde el blanco más frío hasta dorados cálidos de 2700K, como por ejemplo la MASTER LEDVela.

Mito 3: Los LED duran para siempre
Sí, las lámparas LED duran más tiempo que una lámpara convencional y son más resistentes a los golpes. Pero, como toda fuente de luz, se desvanecen con el tiempo. Aquí es donde se aprecia la calidad de un fabricante u otro. Mientras que en algunas firmas la decoloración del LED puede comenzar en el primer año de uso, las lámparas de Philips brillarán sin desfallecer durante al menos 15 años.

Mito 4: Los LED no tienen suficiente luminancia
Una lámpara LED emite la misma cantidad de lúmenes que una bombilla tradicional, pero necesitando consumir menos energía. Por ejemplo, una bombilla CorePro LEDbulb de 9,5 vatios emite aproximadamente la misma luz que una bombilla de 60W incandescente; es decir, aproximadamente 800 lúmenes, pero con un consumo seis veces menor (Estas equivalencias incluso están legisladas por normativa europea).

Mito 5: Un LED de 3 vatios alumbra más que uno de 1 vatio
Hasta ahora, estábamos acostumbrados a que la potencia de una lámpara determinaba su luminosidad. En el mundo LED debemos buscar la cantidad de lúmenes, ya que necesita menos potencia para producir la misma cantidad de lúmenes. Este es otro punto en el que la calidad del LED es absolutamente determinante: dos LED diferentes pueden consumir la misma cantidad de energía, pero su rendimiento será muy diferente. Al seleccionar lámparas, selecciones por lúmenes y no por vatios.

Mito 6: La calidad de la luz LED es pobre
Como sabemos, la capacidad de una lámpara de representar fielmente los colores se llama Rendimiento cromático (IRC). La luz natural (el sol) al aire libre tiene un IRC de 100 y se toma este valor como estándar. Los primeros LED que salieron al mercado emitían una luz muy fría y con un IRC muy pobre. Todas las lámparas LED Philips reflejan los colores de forma fiel y natural, la lámpara MASTER LEDspot MV, por ejemplo, tiene un IRC de 90.

Mito 7: El LED no es regulable
El LED es digital y, por tanto, se puede regular y controlar, pero no todas las lámparas LED están diseñadas para ello. Por suerte, son cada vez más los productos que nos permiten regular la luminosidad, como Philips LED DimTone, una nueva gama de lámparas regulables que nos ayuda a crear ambientes íntimos o vibrantes con una misma lámpara.

Mito 8: El LED necesita un tiempo de calentamiento
El LED alcanza su pleno rendimiento al instante de encenderlo, además se puede encender y apagar continuamente sin que afecte a su vida útil.

Mito 9: LED no generan calor
Los LEDS emiten calor, mucho menos que las bombillas tradicionales, siendo frías al tacto. Además, son sostenibles con el medio ambiente, ya que no irradia calor infrarrojo, ni emite radiación UV, solo luz visible.

Mito 10: Los LED no funcionan en ambientes extremadamente fríos
En realidad pueden ser incluso más eficientes en ambientes fríos y tener una vida útil mayor, lo que les hace ideales para utilizar tanto en exteriores, como en almacenes frigoríficos o lugares en los que el frío sea el mayor condicionante.


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