Fuente: http://www.juntadeandalucia.es/medioambiente/site/portalweb/menuitem.30d4b35a97db5c61716f2b105510e1ca/?vgnextoid=69c9b4f84e409510VgnVCM1000001325e50aRCRD&vgnextchannel=2229b8f8606b8210VgnVCM10000055011eacRCRD
La Consejería de Medio Ambiente forma parte de esta red europea de carácter interdisciplicar e integrada por 67 miembros de 18 países
El equipo de expertos internacionales de la red europea 'Loss of the night', en la que participa la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, ha publicado un estudio sobre contaminación lumínica, en el que se recogen recomendaciones sobre alumbrado exterior. De esta manera se pretende promover el uso sostenible de la luz en las ciudades, en beneficio de sus habitantes y el medio ambiente.
En este trabajo los investigadores concluyen que la luz artificial afecta tanto al ser humano como a las plantas y animales. No en vano, pequeñas cantidades de luz artificial, en el momento equivocado, pueden alterar el reloj biológico interno, el equilibrio hormonal o incluso, interferir en todo el ecosistema, alterando la relación depredador-presa y reduciendo progresivamente el hábitat de las especies nocturnas, lo que a largo plazo puede afectar a la biodiversidad.
Para mejorar esta situación los investigadores recomiendan cuatro lineas de acción. En primer lugar, evitar la luz blanca fría con longitudes de onda inferiores a 500 nanómetros, en la medida de lo posible, ya que perturba los ritmos circadianos de los vertebrados superiores, entre los que se encuentra el ser humano. Para minimizar estos riesgos, la iluminación exterior debe tener una temperatura de color máxima de 3.000 Kelvin. En segundo lugar, dirigir la luz hacia donde es necesaria y evitar la instalación de focos en el suelo que irradien luz de abajo hacia arriba. También aconsejan iluminar de manera uniforme y con la menor intensidad posible y, por último, utilizar temporizadores y reguladores para que la luz disminuya o se pueda apagar cuando no se necesite.
Estas recomendaciones se recogen en dos trípticos divulgativos de buenas prácticas en iluminación exterior. Uno de ellos ofrece recomendaciones para la iluminación de las calles en zonas urbanas, mientras que el otro pone el foco de atención en la protección de la noche en los espacios naturales.
Estas directrices son el resultado de cuatro años de cooperación interdisciplinaria de 67 miembros activos, de 18 países diferentes, que cubren la investigación en 16 diversas disciplinas. Para ello han contando con el apoyo de la Cooperación Europea para la Ciencia y la Tecnología (EU-COST Action ES1204, 2012-2016). La red seguirá activa como equipo externo, en el marco de la plataforma para la concienciación ciudadana sobre contaminación lumínica STARS4ALL (www.stars4all.eu).
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