Para seguir con el tema luz e insectos, un poco más científicamente.
Los Diodos Emisores de Luz (LEDs) han demostrado tener excelentes propiedades tecnológicas como eficiencia energética, buen nivel de iluminación, precursores de innovación y ahora resultan hasta repelentes de insectos.
En recientes artículos hemos hablado extensamente de las bondades que poseen los Diodos Emisores de Luz (LEDs) para diseñar sistemas electrónicos de iluminación inteligentes y sumamente atractivos a la vista, pero en esta ocasión habremos de tocar un tema que si bien, no posee alto contenido técnico, sí cautiva la atención de los consumidores y por consiguiente se vuelve un rasgo interesante para que los ingenieros desarrolladores lo tomen en cuenta.
Si en su casa usted cuenta con lámparas cuyos bombillos sean de LEDs, se dará cuenta que son nulos los insectos pegados en la superficie de las luminarias, y podrá compararlos con otros focos de su propiedad en donde algunos están pegados o dejaron heces al momento de pararse, ensuciando los focos.
La respuesta al porqué los LEDs no resultan atractivos para los insectos, se encuentra en el estudio científico realizado por la investigadora Schocley Cruz, miembro del Departamento de Entomología de la Universidad de Georgia, quien a finales del año pasado publicó un ‘paper’ en el que demuestra la reacción de los insectos en relación con la luminosidad emitida por los sistemas LEDs. El artículo científico de la Dra. Cruz que lleva por nombre “Visión de Insectos: Ultravioleta, Color y Luz LED”, se indica que por condiciones biológicas los insectos poseen una atracción natural hacia los rayos ultravioleta y debido a la composición de su estructura resultan incluso receptores natos de tales ondas.
El documento expone que los insectos son sensibles a un gran espectro de luminosidad desde los rayos Ultravioleta (UV) hasta el rojo. La sensibilidad al color en el espectro de los rayos Ultravioleta juega un papel importante en la búsqueda, navegación y selección de pareja para animales invertebrados tanto terrestres como aéreos.
Asimismo se indica que esta atracción a los rayos UV ha permitido que los insectos provean de material de entendimiento sobre la sensibilidad visual a estas ondas.
“Cuando los insectos están expuestos a la luz suelen ir hacia o en contra de la fuente de iluminación (fototaxia negativa o positiva) y pueden incrementar sus niveles generales de actividad, cambiar su postura o mover solo una parte de su cuerpo”, menciona el documento de Schocley.
El estudio señala que los insectos son capaces de detectar los rayos ultravioleta y los colores sirviéndose de foto-receptores. “Las abejas y hormigas son capaces de recibir simultáneamente información de longitudes de onda y ‘e-vectores’ (un vector representa el campo eléctrico de una onda electromagnética) de la luz venidera utilizando sus receptores”.
Asimismo se indica que en 1974 se detectaron receptores UV en las avispas, las cuales reaccionaban ante los rayos ultravioleta cuando se encontraban atrapadas adentro de un objeto lumínico; entretanto las moscas responden volando sobre la superficie de las ventanas tratando de seguir la luz exterior producida por los rayos del sol, que son fuentes emisoras de rayos UV.
En base con la anterior tabla del estudio, se expone una comparación distributiva del espectro lumínico, en donde se puede ver claramente que las luces incandescentes registran niveles altos de irradiación ultravioleta.
Ya que las luces LED no emiten radiación Ultravioleta (UV) ni infrarroja, resultan núcleos repelentes de insectos receptores de rayos UV, en comparación con lo que ocurre con las luces fluorescentes que pueden incluso generar problemas secundarios de carácter dermatológico en las personas.
Un Diodo Emisor de Luz (LED) es una fuente de luz compuesta por un material semiconductor, regularmente Silicio. Los LEDs han permitido la creación de distintos sistemas de iluminación inteligente debido a su gran potencial en el segmento de iluminación, y comúnmente son utilizados en muchos dispositivos electrónicos como indicadores de batería, recepción de señal, etc. Originalmente los LEDs fueron introducidos como componentes electrónicos en 1962 y los primeros dispositivos simplemente emitían el color rojo con muy baja intensidad.
El estudio reconoce que las versiones modernas de LEDs logran ser visibles a lo largo de longitudes de onda ultravioleta e incluso infrarrojos.
En el caso de los mosquitos -principal insecto de interés para los consumidores- desafortunadamente poseen un perfil biológico que los obliga a perseguir el dióxido de Carbono y el vapor de agua, pero prácticamente no son persuadidos por los rayos Ultravioleta, por lo que no aplica para ellos.
“Basándonos en nuestro conocimiento sobre la visión de los insectos y su subsecuente sensibilidad, foto-receptibilidad a los rayos UV y colores a lo largo del espectro visible, podemos asumir que si la luz emitida por los LEDs va hacia arriba del espectro visible (> 550 nm) podría estar fuera del rango de visión para la mayoría de los insectos”, menciona Cruz. “Sin embargo, si la luz LED se encuentra dentro de este rango puedes asumir que es visible para los insectos. Además. Ha habido evidencia de la atracción de los insectos hacia la radiación infrarroja.”
En la siguiente tabla se puede apreciar claramente una representación de las longitudes de onda en sus correspondientes colores:
En la siguiente figura Cruz invita a notar cómo las luces contienen muchas y variadas longitudes de onda:
ESCRITO POR: OSWALDO BARAJAS
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