UNA EMPRESA LOCAL FABRICA TORRES CON ILUMINACIÓN LED, UNA TECNOLOGÍA CADA VEZ MÁS USADA EN EL SECTOR
En los yacimientos petroleros no se descansa de noche, ya que el ritmo de producción exige tiempo completo. Pero –vaya paradoja– en esos pozos que producirán la energía para miles de hogares, la iluminación no está al alcance de la mano. Recién cuando el yacimiento está consolidado se instalan generadores y se hacen las instalaciones eléctricas necesarias. Mientras tanto, hay que trabajar con equipamiento portátil.
Una empresa local se dedica desde hace un par de años a la fabricación de torres de iluminación con tecnología led, que tienen un consumo muy inferior a las lámparas halógenas. Estos skid de iluminación, también conocidos como "palmeras de led" tienen la ventaja, además, de ser más fáciles de transportar, ya que las tradicionales llevan filamentos que se rompen durante el viaje o con los fuertes vientos.
"Comenzamos con el diseño en un momento en que la actividad había bajado mucho, en el 2011. No lo pensamos como un negocio, sino como una manera de aprovechar la capacidad ociosa que teníamos", comenta Fernando Badía, director de Electromontajes Badía SRL. Hoy venden el producto a empresas que a su vez los alquilan a las operadoras.
Una palmera de led consume 160 watts contra 1.000 watts de una de vapor de sodio y aunque el costo es de algo más del doble se amortiza rápidamente. Además, al requerir menor consumo se necesitan menos generadores para su funcionamiento. "En la región somos los únicos productores, con un diseño propio", señaló Badía.
Éste no es el principal rubro de la empresa con sede en el Parque Industrial de Neuquén, que básicamente se dedica a realizar las instalaciones eléctricas y calibración de instrumentos. Una vez que el yacimiento está estabilizado, se monta una planta de generación y se tienden las líneas de 13,2 kilovatios. Luego se instalan las subestaciones transformadoras y se hace la distribución en baja tensión.
REPUNTE
"En 2012 la actividad empezó a repuntar –dice Badía– y hoy estamos prácticamente con nuestra capacidad al límite. Nuestra plantilla de personal bajó a la mitad en un momento y actualmente volvimos a tener casi 60 empleados". No lo atribuye a la explotación no convencional, sino a un repunte de la actividad en general. "Creo que cuando se renovaron los contratos empezaron a invertir", señaló.
Con la reactivación, la empresa decidió dejar de subcontratar el servicio de calibración de instrumentos e instaló su propio laboratorio. Tomaron un crédito del Copade, que lanzó una línea especial para innovación tecnológica con tasas del 6% y plazos de 36 meses.
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