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martes, 14 de enero de 2014

Un estudio revela que los LEDs contienen niveles peligrosos de toxinas cancerígenas

Fuente: http://www.cookingideas.es/un-estudio-revela-que-los-leds-contienen-niveles-peligrosos-de-toxinas-cancerigenas-20110212.html


Cuando todavía no se han apagado los destellos de esa nueva moda japonesa que consiste en meterse LEDs en la boca para lucir moderno, un reciente estudio de la Universidad de California desaconseja dicha práctica y casi cualquier contacto con el interior de los diodos emisores de luz.
Y es que el nuevo paradigma de la iluminación segura y sostenible frente a las bombillas tradicionales en realidad contiene altas cantidades de arsénico, plomo y una docena de otras sustancias potencialmente peligrosas.
Se suponía que los diodos sustituían a las bombillas fluorescentes, entre otras razones, por el alto contenido de toxinas cancerígenas de estos. Pero mientras que los tubos CFL contienen una cantidad significativa de vapor de mercurio, los LEDs están cargados de plomo, arsénico y un puñado de otros productos químicos que han sido vinculados a diferentes tipos de cáncer o daños neurológicos.
Y el peligro no viene sólo de tragarse un LED, como un trendy-japo en un ataque de hipo,sino de la liberación de las sustancias cuando los LEDs se rompen.
Oladele Ogunseitan, autor del estudio y director del Departamento de Salud y Prevención de Enfermedades de la Universidad de California, afirma que hemos perdido un poco el norte al sólo centrarnos en encontrar mejores productos que no agoten los recursos energéticos, dejando de lado la peligrosa toxicidad de los sustitutos, quizá por la rapidez con la que se han comercializado empujados las leyes mundiales de prohibición de bombillas incandescentes.
Junto con otros científicos midieron los componentes de las bombillas multicolores que se venden en las luces de Navidad, el rojo, amarillo y verde de los semáforos y los LEDs de los faros de automóviles o las luces de freno. Sus resultados arrojaron que, por ejemplo, las luces de baja intensidad de color rojo tienen hasta ocho veces la cantidad de plomo permitido por las leyes sanitarias. En general, los LEDs de alta intensidad tenían más contaminantes que los de baja y las bombillas blancas eran las que menos plomo tenían, aunque en contraposición tenía grandes cantidades de níquel.
Los investigadores afirman que “la ruptura de una sola bombilla y la respiración de los gases emanados no causa automáticamente cáncer, pero puede suponer un punto de inflexión en la exposición crónica a otros agentes cancerígenos”. Y, teniendo en cuenta que los LEDs parecen pequeños caramelos, advierten que los niños pequeños podrían verse perjudicados si confunden las luces con chucherías y se las tragan.
“Tanto los consumidores como los fabricantes deben ser conscientes de ello”, recalcan, mientras dan algunas pautas de cómo comportarse cuando se rompa un LED: se deben barrer con una escoba especial mientras se usan guantes protectores y una máscara.Los conductores o los trabajadores que limpian los restos de los accidentes automovilísticos también deberán ponerse ropa protectora y manejar el material como si fueran residuos peligrosos.
Y una última recomendación de los científicos: los responsables de la fabricación de los LED fácilmente podrían reducir las concentraciones de químicos rediseñado los productos con materiales realmente más seguros“Si de la noche a la mañana llega una ley que dice que se puede sustituir un producto peligroso por otro producto también peligroso, estamos poniendo la vida de las personas en riesgo. Y se trata de un riesgo evitable.”
Estos científicos, desde luego, son honestos con sus planteamientos a la hora de informar.Pero fallan al infravalorar la posibilidad de rotura de un LED. Un tubo fluorescente es muy frágil al igual que una bombilla, y cuando se rompen o explotan esos gases surgen de inmediato, inundando la habitación.
Para lograr el mismo efecto, el LED debería romperse a martillazos (están sellados dentro de una masa dura de plástico) y luego uno esnifarse el polvillo resultante hasta ponerse malo, pues no hay emisión de gases. Los LEDS no serán todo lo seguro que se desearía; pero sí que son duros de diablos a la hora de romperse y eso, al menos, da cierta tranquilidad.

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