Como todo ejercicio profesional, el diseño de iluminación museográfica es un desarrollo complejo que requiere conocimientos técnicos y de diversas ciencias. Sin embargo, el mayor reconocimiento es que el trabajo pase desapercibido para los visitantes al recinto, y que al mismo tiempo se cumpla con las intensiones del creador del espacio arquitectónico y del museógrafo.
La labor está lejos de ser sencilla, aunque así lo parezca al conversar con el ingeniero Víctor Palacio, quien ha creado iluminación para los museos Nacional de Antropología e Historia, Franz Mayer, Nacional del Virreinato, Papalote Museo del Niño, entre otros. En seguida leerás parte de la plática que Iluminet tuvo con uno de los diseñadores en la materia más reconocidos de México.
La iluminación de un museo debe diseñarse en función de la Misión de éste, la cual se resume en tres puntos:
1. Conservar un patrimonio, tomando todas las medidas para llevarlo a cabo.
2. Exhibir ese patrimonio al público (puesta en valor).
3. Hacer difusión. Esto implica no sólo la publicidad, sino también llevar a cabo investigación sobre el tema y/o la obra.
1. Conservar un patrimonio, tomando todas las medidas para llevarlo a cabo.
2. Exhibir ese patrimonio al público (puesta en valor).
3. Hacer difusión. Esto implica no sólo la publicidad, sino también llevar a cabo investigación sobre el tema y/o la obra.
Esta es la forma en que el museo trascenderá su espacio físico. Ahora bien, para que exista un museo debe cumplir con tres entidades, y si falta una de ellas no hay tal:
Espacio físico. Se trata del sitio en el que se aloja la obra, y la iluminación debe armonizar con él.
La colección: La luz debe crear las condiciones para la conservación de la obra y ponerla en contexto conforme a lo que disponga el diseñador museográfico; vale la pena mencionar que algunos estudios señalan que la iluminación es un elemento esencial para que la imagen permanezca en la mente del visitante.
El visitante. La luz debe ser su guía, dirige su atención y muestra las características del objeto expuesto; igualmente debe crear un ambiente confortable y estimulante.
Espacio físico. Se trata del sitio en el que se aloja la obra, y la iluminación debe armonizar con él.
La colección: La luz debe crear las condiciones para la conservación de la obra y ponerla en contexto conforme a lo que disponga el diseñador museográfico; vale la pena mencionar que algunos estudios señalan que la iluminación es un elemento esencial para que la imagen permanezca en la mente del visitante.
El visitante. La luz debe ser su guía, dirige su atención y muestra las características del objeto expuesto; igualmente debe crear un ambiente confortable y estimulante.
Entonces, la iluminación debe armonizar con las tres entidades en relación directa con la Misión del museo. Pero en muchas ocasiones cada una de ellas tiene objetivos distintos y eso dificulta la labor del iluminador; por ejemplo, si en sus manos estuviera, el conservador mantendría las obras en la oscuridad para prevenir deterioros, el museógrafo las presentaría de manera espectacular para atraer la atención del público y el constructor no montaría una exhibición para que se aprecie su obra arquitectónica.
La luz debe lograr el balance y equilibrio entre las tres entidades, es decir, puede hacer que se aprecie el espacio físico y la obra, además de que se conserven los materiales.
Preservar
Los materiales son casi siempre de origen orgánico y tanto luz visible como la imperceptible generan cambios en ellos que pueden llegar a deteriorarlos; la luz acelera el proceso de degradación, por ello es un factor muy importante en el sentido de la conservación preventiva.
Los materiales son casi siempre de origen orgánico y tanto luz visible como la imperceptible generan cambios en ellos que pueden llegar a deteriorarlos; la luz acelera el proceso de degradación, por ello es un factor muy importante en el sentido de la conservación preventiva.
El diseñador de iluminación museográfica aprende a conocer los materiales de los que consta una obra, y a partir de ello emplear su criterio. Hay tablas o normas internacionales que hablan se los niveles de luz ideales que ayudan en la preservación de ciertos materiales, pero debe apreciarse el estado en el que se encuentran en la obra, ya que su condición puede ser buena o lo contrario; es ahí donde se aplica el criterio del iluminador al cotejar las normas con el estado de la pieza. Igualmente debe trabajarse muy de cerca con el restaurador de la misma, pese a que pueden tener muy poco conocimiento técnico de la luz.
En términos generales debe evitarse que la temperatura ambiental al interior de un museo sea variante, porque ello deteriora los materiales de las obras. En ciertos museos se consigue que sea estable mediante el uso del clima artificial, el cual debe brindar las condiciones ideales todo el día y todos los días, pero además debe tenerse en cuenta el aporte que hace la iluminación, como lo explicamos adelante.
Además de conocer las características de los materiales empleados en la obras, los diseñadores de iluminación museográfica se mantienen al día en los avances tecnológicos que faciliten y mejoren su trabajo. Fabricantes, como Schott, invitan a los diseñadores a conocer nuevos productos o la actualidad en sus desarrollos.
Fuentes de iluminación
En nuestros días la iluminación en prácticamente en todos los museos la resuelven los especialistas con halógenos y fluorescentes, aunque poco a poco hay más aplicaciones para LEDs y fibra óptica. ¿Cuáles son las diferencias esenciales entre las aplicaciones de más uso?
En nuestros días la iluminación en prácticamente en todos los museos la resuelven los especialistas con halógenos y fluorescentes, aunque poco a poco hay más aplicaciones para LEDs y fibra óptica. ¿Cuáles son las diferencias esenciales entre las aplicaciones de más uso?
Halógenos. Tienen excelente reproducción del color, permite un alto control óptico y la luz puede dirigirse para genera acentos; en este tipo, las lámparas dicroicas sirven muy bien para evitar infrarrojos, pero el luminario aumenta su calor y debe cuidarse mucho.
Fluorescente. No genera calor y puede ser usada indirectamente, y en algunos casos de forma directa como luz de servicio o sobre las obras siempre que se cuente con filtros ultravioleta. Se utiliza muy bien para simular la luz de día, por ejemplo, para luz ambiental y/o de servicio.
Aditivos metálicos. Las lámparas de descarga no deben emplearse en el interior de un museo, a menos que se tengan muy claras todas las condiciones. Sucede que emiten altos niveles de rayos ultravioleta, la intensidad de la luz es muy alta y son difíciles de controlar. Además, el color no es el mismo durante toda la vida de este tipo de lámparas, variará con el paso del tiempo.
Fibra óptica. Más que una fuente de luz es un medio para filtrar ésta. En museografía es todavía poco el uso por el alto costo, así que se planea para situaciones especiales, por ejemplo, para objetos muy delicados en los que debe cuidarse la radiación, sobre todo en compuestos orgánicos, como pigmentos o seda en textiles, y plumas en adornos. Se trata de una herramienta que transmite muy bien la luz visible, que permite el control de su intensidad y regula el espectro de luz. Sin embargo, su aplicación facilita mucho el mantenimiento pues puede dejar la fuente de iluminación fuera del sitio a alumbrar, como en algunos tipos de vitrinas, de manera que la obra no se toca; cuando éste es el caso se recomienda como fuente de luz el halógeno.
LEDs. Para muchos especialistas no tienen todavía el índice de reproducción cromática requerido para aplicaciones museográficas; los blancos, por ejemplo, son muy fríos. Se emplean para dar efectos especiales de color o en vitrinas que exhiben joyería de vidrio o metales que no requieren de un espectro continuo. Se integran muy bien al inmobiliario.
En muchas ocasiones se requieren accesorios, como filtros, para crear efectos, dirigir la luz o disminuir la radiación.
Consejos de iluminación
Quien influenció a Víctor Palacio a adentrase en el mundo de la iluminación fue su propio padre, quien ingresó al mismo de manera indirecta y llegó a ser un amplio conocedor. Fue él quien propuso una serie de tips para cuidar la iluminación museográfica que le han servido en su desarrollo profesional; en esta ocasión los comparte con nosotros.
o La iluminación debe ir acorde al diseño museográfico.
o El visitante va a ver la obra, no lámparas ni luminarios; si no se puede evitar verlos deben armonizar con el espacio.
o Es muy importante primero escoger las lámparas y luego los luminarios; la fuente de luz determina las características de emisión, la temperatura de color, la reproducción cromática, intensidad, etc.
o No hay que crear distractores con la luz, sino dirigir la atención a los objetos de la obra.
o En la iluminación de museo siempre hay que contemplar diseños especiales, o adaptar cosas. Los productos comerciales no siempre resuelven como tal un problema y hay que improvisar o crear sobre la marcha lo que dé el resultado esperado con la mejor calidad; hay casos en que los fabricantes hacen equipos especiales para resolver ciertas necesidades.
o Investigar sobre los efectos que produce la luz en los materiales.
Quien influenció a Víctor Palacio a adentrase en el mundo de la iluminación fue su propio padre, quien ingresó al mismo de manera indirecta y llegó a ser un amplio conocedor. Fue él quien propuso una serie de tips para cuidar la iluminación museográfica que le han servido en su desarrollo profesional; en esta ocasión los comparte con nosotros.
o La iluminación debe ir acorde al diseño museográfico.
o El visitante va a ver la obra, no lámparas ni luminarios; si no se puede evitar verlos deben armonizar con el espacio.
o Es muy importante primero escoger las lámparas y luego los luminarios; la fuente de luz determina las características de emisión, la temperatura de color, la reproducción cromática, intensidad, etc.
o No hay que crear distractores con la luz, sino dirigir la atención a los objetos de la obra.
o En la iluminación de museo siempre hay que contemplar diseños especiales, o adaptar cosas. Los productos comerciales no siempre resuelven como tal un problema y hay que improvisar o crear sobre la marcha lo que dé el resultado esperado con la mejor calidad; hay casos en que los fabricantes hacen equipos especiales para resolver ciertas necesidades.
o Investigar sobre los efectos que produce la luz en los materiales.
Iluminet agradece la disposición para llevar a cabo este artículo a Víctor Palacio, quien es director General de Ideas en Luz, empresa que ha participado en sinfín de obras que le han brindado notoriedad a nivel nacional.
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