Fuente: https://www.xataka.com.mx/ecologia-y-naturaleza/esta-razon-algunas-ciudades-nordicas-estan-instalando-luces-rojas-sus-faros-parecen-pueblos-terror-tiene-buena-causa
El 14 de septiembre de 1882 se iluminó una de las primeras calle del mundo, Pearl Street, en Nueva York, de la mano de Thomas Alva Edison, marcando el inicio de la era de la electricidad que inundaría el mundo. Esto ocurrió hace solo 142 años, y no fue sino hasta hace unos cuantos años que ciertas regiones del mundo comenzaron a preguntarse: ¿altera el alumbrado público nocturno la vida silvestre de nuestra comunidad?
Es precisamente por esta razón que en el municipio de Gladsaxe, Dinamarca, se han remodelado una gran cantidad de farolas para proyectar luz roja durante la noche con el propósito de cuidar a los murciélagos y otras formas de fauna nocturna.
Las luces que iluminan ciertos caminos de Gladsaxe ya no emiten un cálido y brillante color, sino un frío y hasta tenebroso rojo. Aunque este escenario pueda parecer siniestro, en realidad crea un ambiente más amigable para muchas especies de murciélagos. Sin embargo, las carreteras y vías principales por donde transitan personas durante la noche seguirán siendo iluminadas por luces comunes.
Este enfoque tiene precedentes, ya que Nieuwkoop, una ciudad neerlandesa, ya ha implementado esta práctica. Según lo compartido por Maurice Donners, científico y especialista en Signify, empresa anteriormente conocida como Philips Lighting y encargada de iluminar en rojo Nieuwkoop, este color no afecta la visibilidad ni el comportamiento de los murciélagos.
"Los murciélagos no ven particularmente brillante la luz roja, en caso de que la vean en absoluto. Así que si [en tu localidad] viven ciertas especias que huyen de la luz, pensamos que lo obvio sería tomar la porción de luz roja que es visible para nosotros, pero que es mucho menos visible, o quizás invisible, para los murciélagos".
Las luces con longitudes de onda cortas, como las blancas, sí afectan el comportamiento de los murciélagos, incluso pueden hacer que sean menos activos. Además, según Donners, la luz roja también puede ser beneficiosa para otros animales, como los ratones.
Pero, lo mejor de todo, es que el uso de luces rojas en entornos nocturnos no nos afecta en absoluto a los humanos, ya que nuestro cerebro tiene la capacidad de "suprimir" el color rojo y adaptarse rápidamente. Según Donners, en solo minutos, nuestro cerebro percibirá la iluminación como blanca.
"Tenemos un mecanismo en nuestro sistema visual que es muy parecido al balance de blancos automático de una cámara moderna, que le indicará a nuestro cerebro que la iluminación que vemos es blanca. Entonces adaptará tu percepción. Después de un par de minutos, ya no notarás que está muy rojo".
El uso del rojo en ambientes nocturnos ya ha sido explorado por empresas que no necesariamente están relacionadas con la industria eléctrica, como Apple. Durante el año pasado, se presentó el Apple Watch Ultra, que cuenta con un modo nocturno que utiliza iluminación roja para no deslumbrar al usuario y no alterar su visibilidad durante la noche.
Dinamarca y Países Bajos están dando los primeros pasos hacia un ambiente más amigable con la fauna nocturna, pero se espera que pronto otros lugares del mundo comiencen a tomar medidas adecuadas para su entorno local. Esto nos recuerda que compartimos la Tierra con la vida silvestre y que, como especie dominante, tenemos la responsabilidad de cuidarla.
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