Jesus is King no es solo el último álbum de Kanye West, lanzado el pasado 25 de octubre y cargado de referencias religiosas (la salvación y la redención son algunos de sus temas centrales), sino que es también el título de una película dirigida por Nick Knight: un cortometraje de 35 min que, por el momento, no será distribuido en Italia. En el avance – y en el vídeo cargado en el canal oficial de Kanye West– se puede intuir el espesor. Estructurado como un gran concepto de los Sunday Service, casi auténticas misas cantadas por un coro góspel dirigido por el propio rapero, y realizado dentro del Roden Crater de James Turrell, explora a fondo el estudio de Kanye West sobre la espiritualidad y lo hace en un lugar cargado de misticismo y de una espiritualidad ancestral en la que se injerta el cristianismo de Ye (como a West le gusta que le llamen).
Gracias a ello, el Roden Crater se convierte en un punto privilegiado desde el que es posible admirar los cambios de la luz a lo largo de los distintos momentos del día, las estrellas y los planetas.
Atravesar el umbral del Roden Crater es como entrar en otra dimensión, en un espacio ultraterrenal donde es posible vivir una experiencia sensorial fuera de lo común. La construcción se desarrolla a través de un recorrido en el que se alternan largos pasillos y amplias salas desde las que se puede ver el cielo y en las que el público puede contemplar las múltiples formas de la esfera celeste. Gracias a ello, el Roden Crater se convierte en un punto privilegiado desde el que es posible admirar los cambios de la luz a lo largo de los distintos momentos del día, las estrellas y los planetas. El público tiene la oportunidad de observar el cielo desde una sugestiva perspectiva como, lo es, el cráter de un volcán extinguido en una zona semidesértica. El recorrido por el Roden Crater despierta todos los sentidos y la psique, la contemplación de la luz, que crea sorprendentes juegos dentro de la estructura, del paisaje y del paso del tiempo, se convierte en una experiencia mutable que supera el misticismo. Un espacio perfecto donde tocar Jesus is King, un álbum en el que la carga sacra enciende múltiples pistas e infunde a cada nota una luz cálida y potente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario