Fuente: https://www.socialetic.com/la-evolucion-de-la-iluminacion-de-la-luz-de-las-velas-a-las-luces-led.html
Hemos estado milenios bajo la luz de las estrellas, el fuego de una hoguera, la llama de una vela o un candil, hasta que hace casi siglo y medio, Joseph Wilson Swan inventó la bombilla incandescente. Desde entonces hasta ahora, la luz eléctrica ha llegado a nuestros hogares, empresas, calles y plazas, generada por distintas fuentes de energía y evolucionando hasta la iluminación LED. Crea usted o no en el cambio climático, imagino que si le interesa consumir menos en su factura eléctrica cada mes. Si además le digo que la vida útil de las bombillas LED, es diez veces o más longeva que la de las bombillas tradicionales, le interesa seguir leyendo este artículo.
El primero de ellos es que las bombillas LED carecen de mercurio, por lo que no contaminan y además son reciclables al 100%. Tampoco generan calor. Y generan muchísima más intensidad lumínica, a un coste energético infinitamente más reducido que con las bombillas tradicionales, aquí tienes diferentes bombillas led. El coste es mucho menor también, si se compara frente a la iluminación incandescente de bajo consumo, o con las famosas lámparas fluorescentes.
Si tiene que comprar una lámpara o se le fundió una bombilla, no dude en adquirir un diodo emisor de luz o LED (del inglés Light Emitting Diode). La iluminación LED se encuentra integrada en todas las áreas tecnológicas más avanzadas de nuestra civilización. Se utiliza en Medicina, Bioingeniería, Computación Cuántica o Nanotecnología.
También la tenemos en nuestro día a día, en nuestros dispositivos móviles, en los semáforos, en los faros delanteros de los coches, vallas publicitarias etc. Quien tenga un tenga un televisor con pantalla QLed, podrá comprobar a simple vista la enorme mejora de intensidad lumínica, frente al resto de televisores desde el tradicional “de tubo”.
Hay miles de distintos productos de iluminación LED, la mayoría de ellos a un precio más que asequible. Si posee un jardín o una terraza, que quisiera iluminar pero no consumir más en su factura eléctrica, puede adquirir luces LED que se recargan solas mediante la luz solar del día. También puede adquirir alumbrado de emergencia a un módico coste, para no quedarse a oscuras en caso de avería de la red general de suministro eléctrico. Si le interesa el diseño de interiores, le sorprendería ver la infinidad de lámparas, iluminación LED para muebles de cocina o baño, pasillos, salones o dormitorios que existen en la actualidad. Si le interesa estar a la última, y no moverse a encender la luz o regular su intensidad, desde hace tiempo, puede hacerlo cómodamente desde su teléfono móvil gracias a la Domótica IOT (Internet of things).
En conclusión, muchos han sido los avances en torno a la iluminación desde la primera bombilla incandescente que patentó Thomas Alva Edison en 1880. La factura eléctrica conforme pasen los años seguirá subiendo, pero ahorrará más dinero y gozará de una mejor iluminación quien se pase definitivamente a las luces LED.
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domingo, 24 de febrero de 2019
domingo, 17 de febrero de 2019
El Consell dedicará un millón de euros a oscurecer el cielo de las urbanizaciones
Fuente: https://www.menorca.info/menorca/local/2019/02/16/650039/consell-dedicara-millon-euros-oscurecer-cielo-urbanizaciones.html
Pretende mejorar la eficiencia energética de las zonas turísticas a través del superávit de 2017
Imagen del faro de la Illa de l’Aire, en Punta Prima, con un importante manto de estrellas
02-09-2016 | Josep Bagur Gomila
Oscurecer las calles para iluminar las estrellas. Con este objetivo el Consell va a destinar cerca de un millón de euros (en concreto, 994.000 euros) a la eficiencia energética en las zonas turísticas. Es una apuesta clara por el astroturismo, después de que la Isla haya sido declarada destino turístico Starlight.
Esta partida, que se sufragará con parte del superávit del Consell del año 2017, pretende reducir la contaminación lumínica nocturna con la idea, no solo de abaratar la factura de la luz de los municipios, sino también favorecer el turismo de observación de los astros. Hay que recordar que el Consell está a un paso de aprobar el Reglamento del Cielo Nocturno que incide, entre otros aspectos, en la iluminación pública de las calles. Y es que, tal como apunta el documento, actualmente se hace un uso irracional e injustificado de la electricidad.
Este millón de euros, destinado solo a la mejora de la iluminación pública, será gestionado por el Consorci de Residus i Energia de Menorca que rubricará convenios con los ayuntamientos para poder ejecutar las distintas inversiones.
martes, 12 de febrero de 2019
Así funcionan los novedosos faros IntelliLux LED: tecnología premium en el nuevo Opel Insignia Grand Sport
Fuente: https://www.diariomotor.com/noticia/opel-insignia-grand-sport-intellilux-led/
Gentileza del Ing. Ricardo Berizzo, www.transporteelectrico.blogspot.com.ar
Ver y ser visto. Probablemente no exista un elemento más importante, a la hora de mejorar la seguridad y el confort en los viajes nocturnos, que un buen grupo de faros. En Opel son conscientes de ello. El primer Opel Insignia ya fue pionero hace años en el uso de faros adaptativos entre los generalistas. Y desde aquellos faros xenon de hace apenas unos años, con un haz de luz dirigido, hemos llegado a la era de los faros con matriz de LED, o como prefieren denominar comercialmente desde la marca alemana, los Opel IntelliLux LED. Y con ellos, una tecnología más sofisticada de iluminación capaz de ofrecer una experiencia de conducción nocturna inigualable y única entre los generalistas. Opel ofrece una tecnología de iluminación que hasta ahora estaba reservada a fabricantes como Audi y Mercedes-Benz. Y si los faros IntelliLux LED del Opel Astra ya empleaban 8 segmentos LED por faro, los nuevos faros IntelliLux LED del Opel Insignia Grand Sport y Sport Tourer harán lo propio con 16 segmentos LED por faro, el doble de segmentos que en el Opel Astra.
La tecnología de matriz de LED, que hasta ahora empleaban fabricantes premium, como Audi, o Mercedes-Benz, propone un diseño de faros en los que la iluminación se proyecta mediante una serie de puntos de luz basados en tecnología LED. Eso quiere decir que son unos faros eficientes y duraderos – los LED no se funden, aunque sí requieren de sistemas adicionales, por ejemplo para su refrigeración – pero sobre todo son unos faros muy efectivos a la hora de modificar el haz de luz. De esta forma, un faro basado en matriz de LED, en combinación de sensores de luz, es capaz de mantener una iluminación de largo alcance constante sin deslumbrar a otros conductores. Un segmento LED puede apagarse o atenuar la intensidad de su iluminación para no deslumbrar al coche que circula inmediatamente por delante de nuestro vehículo, o a los coches que se cruzan con nosotros en sentido contrario.
Evidentemente, un mayor número de segmentos LED contribuye a que sea mayor la precisión para alumbrar la mayor parte posible de la carretera y el arcén creando sombras que evitan que deslumbremos a otros conductores.
Los faros IntelliLux LED del nuevo Opel Insignia Grand Sport contarán con 32 segmentos LED, 16 segmentos por faro. Son exactamente el doble de los que hasta ahora equipaba el Opel Astra, el primer modelo de Opel en estrenar esta tecnología de faros LED matriciales, que contaba con 16 segmentos LED, 8 segmentos por faro.
Integrar mayor número de segmentos LED aumenta la complejidad del faro, puesto que se necesita diseñar segmentos más compactos, emplear faros con mayor superficie, y sistemas de refrigeración de los LED más complejos. Pero Opel defiende esta mejora. No solo por el hecho de que la iluminación vaya a tener mayor alcance, o sea más intensa, llegando hasta un alcance máximo de 400 metros, sino porque serán más precisos a la hora de iluminar la carretera sin deslumbrar a otros conductores y la transición de un patrón de iluminación a otro será más suave.
Opel añadía además otro detalle. La lógica de funcionamiento del sistema de faros del Opel Insignia Grand Sport también ha mejorado con respecto al que ya probamos en el Opel Astra. Por ejemplo, se ha estrenado un nuevo patrón de iluminación para las curvas, que trata de mejorar la iluminación hacia el vértice de la curva, lo cual resulta muy práctico en carreteras reviradas para tener siempre presentes los límites de la calzada. Según Opel, este patrón de funcionamiento aumentará la intensidad de la iluminación en el vértice de la curva en función del grado de giro del volante, iluminando con mayor intensidad las curvas de menor radio.
Gentileza del Ing. Ricardo Berizzo, www.transporteelectrico.blogspot.com.ar
Ver y ser visto. Probablemente no exista un elemento más importante, a la hora de mejorar la seguridad y el confort en los viajes nocturnos, que un buen grupo de faros. En Opel son conscientes de ello. El primer Opel Insignia ya fue pionero hace años en el uso de faros adaptativos entre los generalistas. Y desde aquellos faros xenon de hace apenas unos años, con un haz de luz dirigido, hemos llegado a la era de los faros con matriz de LED, o como prefieren denominar comercialmente desde la marca alemana, los Opel IntelliLux LED. Y con ellos, una tecnología más sofisticada de iluminación capaz de ofrecer una experiencia de conducción nocturna inigualable y única entre los generalistas. Opel ofrece una tecnología de iluminación que hasta ahora estaba reservada a fabricantes como Audi y Mercedes-Benz. Y si los faros IntelliLux LED del Opel Astra ya empleaban 8 segmentos LED por faro, los nuevos faros IntelliLux LED del Opel Insignia Grand Sport y Sport Tourer harán lo propio con 16 segmentos LED por faro, el doble de segmentos que en el Opel Astra.
La tecnología de matriz de LED, que hasta ahora empleaban fabricantes premium, como Audi, o Mercedes-Benz, propone un diseño de faros en los que la iluminación se proyecta mediante una serie de puntos de luz basados en tecnología LED. Eso quiere decir que son unos faros eficientes y duraderos – los LED no se funden, aunque sí requieren de sistemas adicionales, por ejemplo para su refrigeración – pero sobre todo son unos faros muy efectivos a la hora de modificar el haz de luz. De esta forma, un faro basado en matriz de LED, en combinación de sensores de luz, es capaz de mantener una iluminación de largo alcance constante sin deslumbrar a otros conductores. Un segmento LED puede apagarse o atenuar la intensidad de su iluminación para no deslumbrar al coche que circula inmediatamente por delante de nuestro vehículo, o a los coches que se cruzan con nosotros en sentido contrario.
Evidentemente, un mayor número de segmentos LED contribuye a que sea mayor la precisión para alumbrar la mayor parte posible de la carretera y el arcén creando sombras que evitan que deslumbremos a otros conductores.
Los faros IntelliLux LED del nuevo Opel Insignia Grand Sport contarán con 32 segmentos LED, 16 segmentos por faro. Son exactamente el doble de los que hasta ahora equipaba el Opel Astra, el primer modelo de Opel en estrenar esta tecnología de faros LED matriciales, que contaba con 16 segmentos LED, 8 segmentos por faro.
Integrar mayor número de segmentos LED aumenta la complejidad del faro, puesto que se necesita diseñar segmentos más compactos, emplear faros con mayor superficie, y sistemas de refrigeración de los LED más complejos. Pero Opel defiende esta mejora. No solo por el hecho de que la iluminación vaya a tener mayor alcance, o sea más intensa, llegando hasta un alcance máximo de 400 metros, sino porque serán más precisos a la hora de iluminar la carretera sin deslumbrar a otros conductores y la transición de un patrón de iluminación a otro será más suave.
Opel añadía además otro detalle. La lógica de funcionamiento del sistema de faros del Opel Insignia Grand Sport también ha mejorado con respecto al que ya probamos en el Opel Astra. Por ejemplo, se ha estrenado un nuevo patrón de iluminación para las curvas, que trata de mejorar la iluminación hacia el vértice de la curva, lo cual resulta muy práctico en carreteras reviradas para tener siempre presentes los límites de la calzada. Según Opel, este patrón de funcionamiento aumentará la intensidad de la iluminación en el vértice de la curva en función del grado de giro del volante, iluminando con mayor intensidad las curvas de menor radio.
La mayoría de los europeos demandan una mejor iluminación en su lugar de trabajo
Fuente: https://smart-lighting.es/la-mayoria-los-europeos-demandan-una-mejor-iluminacion-lugar-trabajo/
Los resultados de una encuesta realizada en varios países europeos muestran que la actual iluminación en los lugares de trabajo no satisface a los usuarios finales y sus necesidades, mientras que al mismo tiempo tiene un gran impacto en la productividad y el bienestar humano.
La encuesta, realizada como parte del proyecto Repro-light, involucró a 1.100 trabajadores en Alemania, España, Italia y Austria. Se pidió a los participantes que consideraran la iluminación en su entorno laboral y que cambios les gustaría realizar para que mejorase su productividad, estado de ánimo y rendimiento.
El 56% de los usuarios finales afirmaron que les gustaría mejorar las iluminación de su lugar de trabajo. Una cifra sorprendentemente alta si tenemos en cuenta que estos espacios deben cumplir con estrictas normas de iluminación, como la EN 12464-1, que garantiza, por ejemplo, que se alcance un cierto nivel de iluminación a la altura del puesto de trabajo. La encuesta muestra que los requerimiento individuales en cuanto iluminación difieren entre los trabajadores, lo que demuestra que se necesita una iluminación personalizable que pueda satisfacer a todos los usuarios.
Los resultados también reflejan cómo las mujeres eran más proclives, de forma significativa, a que se mejore la iluminación en el espacio de trabajo, así como los trabajadores mayores de 50 años también mostraron un deseo de renovar la iluminación. No solo es necesario mejorar la luz, más del 50% de los encuestados mencionó que la estética física de la luminarias era importante para ellos, especialmente para los trabajadores menores de 30 años. El 80% de los participantes desearían tener una iluminación que se adaptara automáticamente a las necesidades personales del trabajador, con más del 75% deseando que la luz cambia de color de acuerdo a lo largo del día.
Todos estos factores exponen el importante impacto de la iluminación en la fuerza laboral de Europa, y no es sorprendente que más del 90% de lo encuestados afirmasen que la iluminación puede afectar a su estado de ánimo, el 87% que afecta a su rendimiento y el 92% que influye en su estado de alerta.
Como parte de la primera fase del proyecto Repro-light, la encuesta, realizada por los miembros del consorcio Bartenbach GmbH y la Universidad de Mondrago, se propuso investigar qué quieren los usuarios finales en la iluminación de su lugar de trabajo para desarrollar una futura solución de iluminación centrada en el usuario.
El resultado demuestran que se requieren cambios en los entornos de trabajo, tanto en los espacios industriales como en las oficinas, y que las personas ya están listas para afrontar los próximos grandes pasos en la transformación de la iluminación. Demandan personalización, automatización y capacidad de ajuste para satisfacer sus necesidades y, lo que es más importante, que fomenten la productividad y el bienestar general.
El proyecto Repro-light, como parte del programa de trabajo Horizonte 2020 de la Comisión Europea, pasará ahora a las próximas fases de investigación y diseño para desarrollar una “Luminaria del futuro” que se esforzará por satisfacer todas las necesidades de los usuarios descubiertas en esta reciente encuesta.
Los resultados de una encuesta realizada en varios países europeos muestran que la actual iluminación en los lugares de trabajo no satisface a los usuarios finales y sus necesidades, mientras que al mismo tiempo tiene un gran impacto en la productividad y el bienestar humano.
La encuesta, realizada como parte del proyecto Repro-light, involucró a 1.100 trabajadores en Alemania, España, Italia y Austria. Se pidió a los participantes que consideraran la iluminación en su entorno laboral y que cambios les gustaría realizar para que mejorase su productividad, estado de ánimo y rendimiento.
El 56% de los usuarios finales afirmaron que les gustaría mejorar las iluminación de su lugar de trabajo. Una cifra sorprendentemente alta si tenemos en cuenta que estos espacios deben cumplir con estrictas normas de iluminación, como la EN 12464-1, que garantiza, por ejemplo, que se alcance un cierto nivel de iluminación a la altura del puesto de trabajo. La encuesta muestra que los requerimiento individuales en cuanto iluminación difieren entre los trabajadores, lo que demuestra que se necesita una iluminación personalizable que pueda satisfacer a todos los usuarios.
Los resultados también reflejan cómo las mujeres eran más proclives, de forma significativa, a que se mejore la iluminación en el espacio de trabajo, así como los trabajadores mayores de 50 años también mostraron un deseo de renovar la iluminación. No solo es necesario mejorar la luz, más del 50% de los encuestados mencionó que la estética física de la luminarias era importante para ellos, especialmente para los trabajadores menores de 30 años. El 80% de los participantes desearían tener una iluminación que se adaptara automáticamente a las necesidades personales del trabajador, con más del 75% deseando que la luz cambia de color de acuerdo a lo largo del día.
Todos estos factores exponen el importante impacto de la iluminación en la fuerza laboral de Europa, y no es sorprendente que más del 90% de lo encuestados afirmasen que la iluminación puede afectar a su estado de ánimo, el 87% que afecta a su rendimiento y el 92% que influye en su estado de alerta.
Como parte de la primera fase del proyecto Repro-light, la encuesta, realizada por los miembros del consorcio Bartenbach GmbH y la Universidad de Mondrago, se propuso investigar qué quieren los usuarios finales en la iluminación de su lugar de trabajo para desarrollar una futura solución de iluminación centrada en el usuario.
El resultado demuestran que se requieren cambios en los entornos de trabajo, tanto en los espacios industriales como en las oficinas, y que las personas ya están listas para afrontar los próximos grandes pasos en la transformación de la iluminación. Demandan personalización, automatización y capacidad de ajuste para satisfacer sus necesidades y, lo que es más importante, que fomenten la productividad y el bienestar general.
El proyecto Repro-light, como parte del programa de trabajo Horizonte 2020 de la Comisión Europea, pasará ahora a las próximas fases de investigación y diseño para desarrollar una “Luminaria del futuro” que se esforzará por satisfacer todas las necesidades de los usuarios descubiertas en esta reciente encuesta.
Cómo nos afecta el color de la luz
Fuente: https://smart-lighting.es/nos-afecta-color-la-luz/
La luz se manifiesta de muchas maneras: puede ser intensa, suave, directa, difusa, cálida, fría, acogedora… La luz comunica, transforma, estimula e inspira. Pero sobre todo la iluminación y la luz es para todos y de ahí la importancia en elegir el tipo de luz a utilizar.
Ya no es un secreto que la iluminación con tecnología LED es una de las más sostenibles, eficientes y con mayor adaptabilidad a las necesidades concretas de cada zona y espacio. La tecnología LED presenta una serie de beneficios: larga vida de las luminarias, mantenimiento del nivel de flujo lumínico, un elevado índice de reproducción cromática y un nulo mantenimiento, entre los puntos más destacables de la tecnología.
Elegir la mejor opción para iluminar debería ser un trabajo cuidadoso. Valorando la incidencia en las personas y el entorno para evitar posibles efectos negativos y un uso inadecuado de la luz.
La importancia del color. Un color para cada momento:
Una luz fría (5500- 6500K) de tonos azulados pone de manifiesto de forma más clara los objetos y espacios. Provoca en las personas el nivel máximo de concentración y alerta. En los inicios de la tecnología LED era una de las temperaturas más elegidas por su mayor eficiencia y menor coste, aunque poco a poco va cayendo en desuso por ser una temperatura de color que más se propaga en la atmósfera y en consecuencia más contaminación lumínica provoca.
La luz neutra (4000-5500K) un color más blanco pero menos azulada es una de las temperaturas más utilizadas para vías rápidas, carreteras y zonas comerciales. Emite una luz blanca que permite estar alerta y con una gran percepción visual. Contamina menos que la luz fría por tener menos azules en el espectro electromagnético. Es la que ha cogido el relevo a la luz fría.
La luz cálida, de (2700-3400K) con un tono más amarillo es una de las temperaturas de color más utilizadas para zonas residenciales. Emite un color de temperatura agradable, ideal para la instalación en espacios urbanos y zonas residenciales.
Aunque algunas temperaturas de color contaminan más que otras, todas las temperaturas de color: fría, neutra y cálida, emiten un pico alrededor de los 440nm. Este pico de emisión es el que produce más contaminación lumínica y tiene mayor incidencia sobre los ciclos vitales de las personas, la fauna y la vegetación.
Ignialight, como empresa fabricante de luminarias con tecnología LED y concienciada en ofrecer y dar soluciones de iluminación eficiente y sostenible amplía la gama de temperaturas de color en la gama de vial, Ámbar White – 2200K y Ámbar (1800K).
La luz Ámbar White (2200K) un tono más amarillo es una alternativa real para instalar en zonas urbanas. Es especialmente idónea para instalar en cascos urbanos e históricos y en zonas perimetrales a espacios E1; su espectro electromagnético es prácticamente igual al del sodio de alta presión, pero con la luz más blanca.
LED Ámbar (~1800K) es el sustituto natural en cuando a temperatura de color al vapor de sodio. De un tono anaranjado, perfecto para instalar en zonas de máxima protección lumínica, donde las restricciones lumínicas son elevadas. Es la única temperatura de color apta para instalar en zonas o espacios E1.
La fauna e insectos ven de distinta forma que los humanos, cuando más blanca sea la luz, más atracción de los insectos hacia ella y en consecuencia mayor perturbación en sus ciclos naturales.
En la fauna ya está demostrada la incidencia de la luz, pero estudios recientes hacen hincapié en el efecto de la iluminación sobre los humanos. Una elevada luminosidad, de un tono más azulado tiene consecuencias para la salud humana al no respetar los ciclos naturales de las personas, alternando procesos vitales de regeneración celular.
Iluminar bien no es un trabajo sencillo, elegir la mejor temperatura de color en cada zona y espacio, minimizando la contaminación lumínica y cumpliendo con el reglamento debería ser la principal función de las empresas de iluminación. No por iluminar más se ilumina mejor.
La luz se manifiesta de muchas maneras: puede ser intensa, suave, directa, difusa, cálida, fría, acogedora… La luz comunica, transforma, estimula e inspira. Pero sobre todo la iluminación y la luz es para todos y de ahí la importancia en elegir el tipo de luz a utilizar.
Ya no es un secreto que la iluminación con tecnología LED es una de las más sostenibles, eficientes y con mayor adaptabilidad a las necesidades concretas de cada zona y espacio. La tecnología LED presenta una serie de beneficios: larga vida de las luminarias, mantenimiento del nivel de flujo lumínico, un elevado índice de reproducción cromática y un nulo mantenimiento, entre los puntos más destacables de la tecnología.
Elegir la mejor opción para iluminar debería ser un trabajo cuidadoso. Valorando la incidencia en las personas y el entorno para evitar posibles efectos negativos y un uso inadecuado de la luz.
La importancia del color. Un color para cada momento:
Una luz fría (5500- 6500K) de tonos azulados pone de manifiesto de forma más clara los objetos y espacios. Provoca en las personas el nivel máximo de concentración y alerta. En los inicios de la tecnología LED era una de las temperaturas más elegidas por su mayor eficiencia y menor coste, aunque poco a poco va cayendo en desuso por ser una temperatura de color que más se propaga en la atmósfera y en consecuencia más contaminación lumínica provoca.
La luz neutra (4000-5500K) un color más blanco pero menos azulada es una de las temperaturas más utilizadas para vías rápidas, carreteras y zonas comerciales. Emite una luz blanca que permite estar alerta y con una gran percepción visual. Contamina menos que la luz fría por tener menos azules en el espectro electromagnético. Es la que ha cogido el relevo a la luz fría.
La luz cálida, de (2700-3400K) con un tono más amarillo es una de las temperaturas de color más utilizadas para zonas residenciales. Emite un color de temperatura agradable, ideal para la instalación en espacios urbanos y zonas residenciales.
Aunque algunas temperaturas de color contaminan más que otras, todas las temperaturas de color: fría, neutra y cálida, emiten un pico alrededor de los 440nm. Este pico de emisión es el que produce más contaminación lumínica y tiene mayor incidencia sobre los ciclos vitales de las personas, la fauna y la vegetación.
Ignialight, como empresa fabricante de luminarias con tecnología LED y concienciada en ofrecer y dar soluciones de iluminación eficiente y sostenible amplía la gama de temperaturas de color en la gama de vial, Ámbar White – 2200K y Ámbar (1800K).
La luz Ámbar White (2200K) un tono más amarillo es una alternativa real para instalar en zonas urbanas. Es especialmente idónea para instalar en cascos urbanos e históricos y en zonas perimetrales a espacios E1; su espectro electromagnético es prácticamente igual al del sodio de alta presión, pero con la luz más blanca.
LED Ámbar (~1800K) es el sustituto natural en cuando a temperatura de color al vapor de sodio. De un tono anaranjado, perfecto para instalar en zonas de máxima protección lumínica, donde las restricciones lumínicas son elevadas. Es la única temperatura de color apta para instalar en zonas o espacios E1.
La fauna e insectos ven de distinta forma que los humanos, cuando más blanca sea la luz, más atracción de los insectos hacia ella y en consecuencia mayor perturbación en sus ciclos naturales.
En la fauna ya está demostrada la incidencia de la luz, pero estudios recientes hacen hincapié en el efecto de la iluminación sobre los humanos. Una elevada luminosidad, de un tono más azulado tiene consecuencias para la salud humana al no respetar los ciclos naturales de las personas, alternando procesos vitales de regeneración celular.
Iluminar bien no es un trabajo sencillo, elegir la mejor temperatura de color en cada zona y espacio, minimizando la contaminación lumínica y cumpliendo con el reglamento debería ser la principal función de las empresas de iluminación. No por iluminar más se ilumina mejor.
domingo, 10 de febrero de 2019
La contaminación lumínica de Burgos se ve a 100 kilómetros
Fuente: http://www.diariodeburgos.es/noticia/Z1270C1F4-ABA7-7172-C2D65EE89E693CC2/la-contaminacion-luminica-de-burgos-se-ve-a-100-kilometros
Los astrónomos advierten de que sobran la mayor parte de las 614 farolas que quiere encender el Ayuntamiento en 31 calles
Burgos es, por su mapa urbano muy alargado y por la altura donde está enclavada (859 metros), una de las ciudades que generan mayor contaminación lumínica de España en proporción a su tamaño. La capital proyecta todas las noches una burbuja de luz de 100 kilómetros de altura y visible desde 100 kilómetros a la redonda. El área metropolitana de Madrid, con 6,5 millones de habitantes, solo genera una burbuja tres veces mayor. Ambas, como muestra la fotografía de esta página, son perfectamente visibles desde lo alto del pantano de Arija, ya en la comunidad cántabra.
La contaminación lumínica de Burgos pasa desapercibida para el ciudadano que la sufre y que no está concienciado sobre la misma, pero impide el disfrute de la luz natural nocturna, un bien en peligro de extinción por las farolas, las televisiones y las pantallas de los dispositivos móviles..., lo que supone un daño para la salud y un serio quebranto en el natural ritmo del sueño. A los damnificados hay que sumar la fauna salvaje, especialmente los pájaros, a los que puede ver volando por la ciudad en horas en las que tenían que estar recogidos.
Los dos observatorios astronómicos activos en Burgos, el de Padilla de Abajo (distante a 40 kilómetros) y el de Lodoso (a 20), registran hasta 20 grados de luminosidad (oscuridad para los telescopios) procedente de las 34.090 farolas que iluminan las calles de la capital, a las que pronto se sumarán otras 614 que se apagaron en 2012 para generar ahorros a las arcas municipales con la crisis económica.
Los aficionados a ver las estrellas y los planetas ven cómo la luz les «mata el cielo», pero no son los únicos damnificados. El hongo, asegura el presidente de la Asociación Astronómica de Burgos, Enrique Bordallo, confirma que en la ciudad se ilumina mal y se malgasta energía y farolas. «Estamos pagando impuestos y parte de ellos se desperdician...». Se estima que el 40% de la luz que emiten las farolas se pierde hacia el cielo, algo que ya no ocurre con las últimas luminarias colocadas en las avenidas del Cid, Reyes Católicas, Arlanzón y calle Vitoria, que tiene el haz de luz a 90 grados. «Si las farolas enfocan al suelo, no se ven las fachadas de los edificios y no hacen falta tantos puntos de luz».
A este respecto, la Asociación entiende que los 614 puntos de luz que quiere reactivar el Ayuntamiento para iluminar 31 calles se podían reducir a menos de 200, sin menoscabar la visibilidad y la seguridad en todas las aceras y vías del casco urbano. «En la mayoría de las calles de Burgos se utilizan farolas antiguas y que contaminan porque están mal orientadas», denuncia Borallo. No se sustituyen porque en el Almacén Municipal hay un enorme stock de estas luminarias comprado hace muchos años que tiene que ser utilizado. Reclaman que la ciudad estudie este tema y lo racionalice.
Las 614 farolas supondrán un gasto anual de 42.000 euros. En la mayoría de los casos se apagarán a las 23 horas, aunque hay calles en las que estarán activas toda la noche.
«En Cantabria se implantó una ley para reducir la contaminación y en el primer año se logró un ahorro del 33% en la tarifa eléctrica pública de los municipios y eso solo reenfocando y racionalizando la iluminación».
Las críticas también es extensible a las sedes de comercios, establecimientos de hostelería o instituciones financieras de la ciudad, cuya iluminación ornamental suele estar enfocada de abajo a arriba y no de arriba hacia el suelo como marca la normativa autonómica.
Los astrónomos advierten de que sobran la mayor parte de las 614 farolas que quiere encender el Ayuntamiento en 31 calles
Burgos es, por su mapa urbano muy alargado y por la altura donde está enclavada (859 metros), una de las ciudades que generan mayor contaminación lumínica de España en proporción a su tamaño. La capital proyecta todas las noches una burbuja de luz de 100 kilómetros de altura y visible desde 100 kilómetros a la redonda. El área metropolitana de Madrid, con 6,5 millones de habitantes, solo genera una burbuja tres veces mayor. Ambas, como muestra la fotografía de esta página, son perfectamente visibles desde lo alto del pantano de Arija, ya en la comunidad cántabra.
La contaminación lumínica de Burgos pasa desapercibida para el ciudadano que la sufre y que no está concienciado sobre la misma, pero impide el disfrute de la luz natural nocturna, un bien en peligro de extinción por las farolas, las televisiones y las pantallas de los dispositivos móviles..., lo que supone un daño para la salud y un serio quebranto en el natural ritmo del sueño. A los damnificados hay que sumar la fauna salvaje, especialmente los pájaros, a los que puede ver volando por la ciudad en horas en las que tenían que estar recogidos.
Los dos observatorios astronómicos activos en Burgos, el de Padilla de Abajo (distante a 40 kilómetros) y el de Lodoso (a 20), registran hasta 20 grados de luminosidad (oscuridad para los telescopios) procedente de las 34.090 farolas que iluminan las calles de la capital, a las que pronto se sumarán otras 614 que se apagaron en 2012 para generar ahorros a las arcas municipales con la crisis económica.
Los aficionados a ver las estrellas y los planetas ven cómo la luz les «mata el cielo», pero no son los únicos damnificados. El hongo, asegura el presidente de la Asociación Astronómica de Burgos, Enrique Bordallo, confirma que en la ciudad se ilumina mal y se malgasta energía y farolas. «Estamos pagando impuestos y parte de ellos se desperdician...». Se estima que el 40% de la luz que emiten las farolas se pierde hacia el cielo, algo que ya no ocurre con las últimas luminarias colocadas en las avenidas del Cid, Reyes Católicas, Arlanzón y calle Vitoria, que tiene el haz de luz a 90 grados. «Si las farolas enfocan al suelo, no se ven las fachadas de los edificios y no hacen falta tantos puntos de luz».
A este respecto, la Asociación entiende que los 614 puntos de luz que quiere reactivar el Ayuntamiento para iluminar 31 calles se podían reducir a menos de 200, sin menoscabar la visibilidad y la seguridad en todas las aceras y vías del casco urbano. «En la mayoría de las calles de Burgos se utilizan farolas antiguas y que contaminan porque están mal orientadas», denuncia Borallo. No se sustituyen porque en el Almacén Municipal hay un enorme stock de estas luminarias comprado hace muchos años que tiene que ser utilizado. Reclaman que la ciudad estudie este tema y lo racionalice.
Las 614 farolas supondrán un gasto anual de 42.000 euros. En la mayoría de los casos se apagarán a las 23 horas, aunque hay calles en las que estarán activas toda la noche.
«En Cantabria se implantó una ley para reducir la contaminación y en el primer año se logró un ahorro del 33% en la tarifa eléctrica pública de los municipios y eso solo reenfocando y racionalizando la iluminación».
Las críticas también es extensible a las sedes de comercios, establecimientos de hostelería o instituciones financieras de la ciudad, cuya iluminación ornamental suele estar enfocada de abajo a arriba y no de arriba hacia el suelo como marca la normativa autonómica.
Mucha luz no siempre es buena luz: impacto de la contaminación lumínica
Fuente: https://diarioz.com.ar/2019/02/02/mucha-luz-no-siempre-es-buena-luz-impacto-de-la-contaminacion-luminica/
Inconvenientes para dormir, posibles daños en el mecanismo de la visión y la dificultad de contemplar un cielo estrellado forman parte del impacto que puede generar la contaminación lumínica.
“Existen varias definiciones de contaminación lumínica que dependen del punto de vista que se use para determinarla”, sintetizó la especialista.La doctora en astronomía Beatriz García explicó a Télam que para percibir ese fenómeno basta con salir una noche y ver el resplandor producido por nuestras ciudades en el cielo (como una nube luminosa) o transitar por la vía pública y que nuestra visibilidad esté dificultada por el efecto de la luz emitida por instalaciones de iluminación artificial (deslumbramiento). O, encontrarse con la “luz intrusa”, que sucede cuando una instalación de iluminación emite luz en direcciones que exceden el área donde es necesaria, invadiendo zonas vecinas.
Así es como
“Desde el brillo del cielo en el momento en que debería ser oscuro (por ser de noche), haciendo desaparecer las estrellas, hasta el uso inadecuado de la luz eléctrica para el alumbrado público, incluyendo fuentes de energía deficientes y un exceso de lúmenes (la unidad de flujo luminoso)”, especificó.
Pero iluminar de menos o de más no es la solución, sino hacerlo de forma adecuada dado que existen motivos por los que el ser humano requiere iluminación artificial: en parques para brindar seguridad o en un espacio deportivo para visualizar una pelota en el aire, citó como ejemplos a Télam el ingeniero electricista Gustavo Boggio Marzet, especialista del INTI.
La clave, resumió, pasa por un “uso racional de la energía (URE) en la instalación”, lo que implica “llegar a los niveles recomendados con el menor consumo energético posible”.
Pero “casi todas las ciudades del mundo están contaminadas por la iluminación pública: las luces que iluminan para arriba, que iluminan las fachadas, incluyendo algunas pantallas de LED son contaminantes”, enumeró García.
Sin embargo, este problema no solo impacta en la imposibilidad de “observar el cielo estrellado”, sino que también se lo relaciona con dificultades para conciliar el sueño.
Su vinculación es con “la producción o inhibición de la melatonina, la hormona inductora del sueño que el organismo produce en la noche” y cuya producción está controlada por la llegada a la retina de fotones (luz), explicó la astrónoma.
“Si de noche tenés todo iluminado, llegan todo el tiempo fotones a la retina y no hay producción de melatonina”, advirtió.
A este problema se le suman posibles daños en el mecanismo de la visión: “En el caso de contaminación lumínica, donde la exposición es prolongada, incluso a horarios nocturnos, pero no de altas intensidades, principalmente se produce la muerte de los fotorreceptores (neuronas encargadas de captar la luz)”, comentó a Télam Maria Ana Contín, investigadora del Conicet.
“La muerte de los fotorreceptores produce reacciones en cadena que llevan a la muerte de otras neuronas y células gliales que componen la retina provocando la degeneración retinal”, sostuvo Contín sobre esta cuestión que se probó en modelos animales y se puede extrapolar a los humanos por la similitud entre las neuronas.
Para combatir este tipo de contaminación, García recomendó evitar mantener encendidas luces interiores y exteriores cuando no sea necesario, así como usar lámparas de bajo consumo y, en alumbrados de seguridad, de vapor de sodio de baja presión.
También enfatizó en la necesidad de promover en todo nivel educativo la inserción del tema de contaminación lumínica, fomentar el desarrollo de campañas de información ciudadana, así como acciones comunitarias y de políticas públicas.
Inconvenientes para dormir, posibles daños en el mecanismo de la visión y la dificultad de contemplar un cielo estrellado forman parte del impacto que puede generar la contaminación lumínica.
“Existen varias definiciones de contaminación lumínica que dependen del punto de vista que se use para determinarla”, sintetizó la especialista.La doctora en astronomía Beatriz García explicó a Télam que para percibir ese fenómeno basta con salir una noche y ver el resplandor producido por nuestras ciudades en el cielo (como una nube luminosa) o transitar por la vía pública y que nuestra visibilidad esté dificultada por el efecto de la luz emitida por instalaciones de iluminación artificial (deslumbramiento). O, encontrarse con la “luz intrusa”, que sucede cuando una instalación de iluminación emite luz en direcciones que exceden el área donde es necesaria, invadiendo zonas vecinas.
Así es como
“Desde el brillo del cielo en el momento en que debería ser oscuro (por ser de noche), haciendo desaparecer las estrellas, hasta el uso inadecuado de la luz eléctrica para el alumbrado público, incluyendo fuentes de energía deficientes y un exceso de lúmenes (la unidad de flujo luminoso)”, especificó.
Pero iluminar de menos o de más no es la solución, sino hacerlo de forma adecuada dado que existen motivos por los que el ser humano requiere iluminación artificial: en parques para brindar seguridad o en un espacio deportivo para visualizar una pelota en el aire, citó como ejemplos a Télam el ingeniero electricista Gustavo Boggio Marzet, especialista del INTI.
La clave, resumió, pasa por un “uso racional de la energía (URE) en la instalación”, lo que implica “llegar a los niveles recomendados con el menor consumo energético posible”.
Pero “casi todas las ciudades del mundo están contaminadas por la iluminación pública: las luces que iluminan para arriba, que iluminan las fachadas, incluyendo algunas pantallas de LED son contaminantes”, enumeró García.
Sin embargo, este problema no solo impacta en la imposibilidad de “observar el cielo estrellado”, sino que también se lo relaciona con dificultades para conciliar el sueño.
Su vinculación es con “la producción o inhibición de la melatonina, la hormona inductora del sueño que el organismo produce en la noche” y cuya producción está controlada por la llegada a la retina de fotones (luz), explicó la astrónoma.
“Si de noche tenés todo iluminado, llegan todo el tiempo fotones a la retina y no hay producción de melatonina”, advirtió.
A este problema se le suman posibles daños en el mecanismo de la visión: “En el caso de contaminación lumínica, donde la exposición es prolongada, incluso a horarios nocturnos, pero no de altas intensidades, principalmente se produce la muerte de los fotorreceptores (neuronas encargadas de captar la luz)”, comentó a Télam Maria Ana Contín, investigadora del Conicet.
“La muerte de los fotorreceptores produce reacciones en cadena que llevan a la muerte de otras neuronas y células gliales que componen la retina provocando la degeneración retinal”, sostuvo Contín sobre esta cuestión que se probó en modelos animales y se puede extrapolar a los humanos por la similitud entre las neuronas.
Para combatir este tipo de contaminación, García recomendó evitar mantener encendidas luces interiores y exteriores cuando no sea necesario, así como usar lámparas de bajo consumo y, en alumbrados de seguridad, de vapor de sodio de baja presión.
También enfatizó en la necesidad de promover en todo nivel educativo la inserción del tema de contaminación lumínica, fomentar el desarrollo de campañas de información ciudadana, así como acciones comunitarias y de políticas públicas.
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