La correcta disposición de los bombillos y tubos fluorescentes de los hogares y empresas evita la contaminación de las aguas con mercurio.
¿Qué hacer con el bombillo de la casa que se dañó? Una pregunta que tal vez ha pasado por la mente de muchos y cuya solución más práctica termina siendo tirarlo a la basura.
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En la fabricación de cada bombilla se utilizan entre 3 y 10 mg de mercurio. Si no son desechadas de forma correcta, este metal se acumula en cantidades importantes que pueden ocasionar un grave impacto ambiental, afectando no solo las fuentes hídricas superficiales y subterráneas, sino también el suelo y el aire que respiramos.
La corporación Lúmina opera desde el 2012 como respuesta al compromiso ambiental y de salud pública que supone la producción y comercialización de productos de iluminación en el país.
Esta corporación ha recolectado en el país más 3.200.000 kilogramos de residuos de bombillas y tubos fluorescentes, equivalentes a un poco más de 16 millones de unidades.
“Para los residuos del hogar existen contenedores en el país donde pueden depositarlos, mientras que para las empresas hay 12 centros de acopio. Allí deben enviarlos embalados en cajas de cartón, diligenciar un formato para reportar la cantidad de residuos a entregar, y recibirán un certificado de aprovechamiento que no genera ningún costo”, explica Indira Forero, coordinadora técnica de Lúmina, en diálogo con EL HERALDO.
La idea con esta recolección es que “el mercurio que contienen estos residuos no termine en los rellenos sanitarios” y buscar el “aprovechamiento casi total de los residuos”.
Región
Forero asegura que “la zona norte del país es de las que menos entrega residuos, comparado a lo que produce”.
Durante el 2016 se recolectaron 17.019,6 kilos de bombillas con contenido de mercurio entre Cartagena, Barranquilla y Santa Marta. Al corte del 31 de mayo de 2017 se han recolectado en las ciudades 6.290,1 kilos.
A través de campañas y jornadas de recolección buscan llegar a los ciudadanos para educar respecto a la importancia de una correcta disposición final de los residuos de iluminación.
“Cualquier esfuerzo es en vano mientras no exista la cultura. Dependemos del compromiso que tengan las personas de cuidar el ambiente, los suelos y los cuerpos de agua”, indicó Forero.
En el país actualmente hay 420 contenedores, instalados en 60 ciudades y municipios que pueden ser ubicados a través de www.lumina.com.co. En Barranquilla están dispuestos 10 contenedores; en Cartagena, 4, y en Santa Marta, 5.
Excelente iniciativa.........Para imitar!!!!!!!!!!!!
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