Presente el resumen y las conclusiones de un trabajo publicado en la revista Ingeniería Eléctrica y desarrollado por Juan Andrés Gualda Gil, Doctor Ingeniero Industrial, Jefe del Servicio de Energía y Medio Ambiente de la Diputación de Albacete, España y Juan Antonio Tolosa Gómez, Ingeniero Técnico Forestal de la Diputación de Albacete, España
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1. Resumen
La lámpara VSAP (vapor de sodio a alta presión), usada masivamente en el mundo, ha venido satisfaciendo holgadamente los requisitos lumínicos y económicos esperables de la tecnología de las lámparas de descarga. La aparición de los LED abre un interesante panorama comparativo, pues, aunque sus lámparas son más caras, son técnicamente más ventajosas: más eficientes, más duraderas, de reencendido instantáneo, con regulación del flujo, no parpadean, con mejor rendimiento cromático y sin mercurio.
El presente artículo se centra principalmente en su comparación económica. ¿Merece ya la pena dar el salto de tecnología en el alumbrado público? Para contestar a esta pregunta se ha elaborado el proyecto de alumbrado de un mismo barrio con VSAP y con LED, obteniendo los costos totales (de instalación, de mantenimiento y de consumo energético) a lo largo de toda la vida de la instalación.
Como en una lámpara LED el flujo luminoso puede variar de forma continua, esta tecnología permite conseguir un ahorro adicional regulándolo a lo largo de toda su vida, compensando su curva de depreciación del flujo.
Otro ahorro con LED se puede conseguir con el alumbrado presencial, que consiste en reducir drásticamente en cada calle el nivel de iluminación cuando no hay tráfico de personas ni vehículos.
La lámpara de inducción no ha cuajado porque hasta la fecha, junto a sus grandes ventajas (muy larga duración, bajo precio y encendido instantáneo), tiene grandes inconvenientes (flujo muy dependiente de la temperatura, no regulable ampliamente y elevado pico de corriente en el encendido).
Como en una lámpara LED el flujo luminoso puede variar de forma continua, esta tecnología permite conseguir un ahorro adicional regulándolo a lo largo de toda su vida, compensando su curva de depreciación del flujo.
Otro ahorro con LED se puede conseguir con el alumbrado presencial, que consiste en reducir drásticamente en cada calle el nivel de iluminación cuando no hay tráfico de personas ni vehículos.
La lámpara de inducción no ha cuajado porque hasta la fecha, junto a sus grandes ventajas (muy larga duración, bajo precio y encendido instantáneo), tiene grandes inconvenientes (flujo muy dependiente de la temperatura, no regulable ampliamente y elevado pico de corriente en el encendido).
6. Conclusiones
En este cuadro se observa que la tecnología LED es ligeramente más cara que la VSAP, siendo su sobrecosto de instalación compensado por el ahorro energético conseguido. El mayor desembolso inicial se va enjugando a lo largo del tiempo con el menor consumo. En el futuro la situación será más favorable al LED por la bajada de precios esperable una vez se haya asentado esta nueva tecnología y empiece a aplicarse masivamente, y por el aumento de eficacia luminosa que esta tecnología promete. Por consiguiente el futuro del alumbrado público es el LED, estimándose que su cuota de mercado para esta aplicación será del 50% dentro de 15 años.
Las cifras de este cuadro se han dado con los precios actuales, pero ya en la primera reposición de LED que se tenga que hacer los precios habrán bajado y el costo total de la versión LED será más barato que el de la VSAP, es decir, que ya en el momento actual resulta más barato instalar el alumbrado LED. Esta situación favorable se verá también reforzada con el paso del tiempo por la tendencia ascendendente del precio de la energía eléctrica. Y a esta gran ventaja que proporciona la lámpara LED hay que sumar las otras enumeradas en el resumen del presente artículo.
De cara al difícil panorama energético que le espera a la humanidad, hay que resaltar la gran eficacia luminosa del LED. En el caso del barrio que nos ocupa, el índice de eficiencia energética del alumbrado LED, calculado según indica el RD 1890/2008, es de 2,4, casi el doble que el del alumbrado VSAP, que es de 1,28 (por supuesto ambas soluciones con una calificación energética A).
El alumbrado LED presencial permite obtener un ahorro energético del 35%, que en nuestro ejemplo se traduce en un ahorro del costo total de un 2% debido al costo del sistema de control presencial, del que se espera su abaratamiento una vez su uso se generalice. Evidentemente, el ahorro absoluto total conseguido (en euros) será tanto mayor cuanto mayor sea el nivel de iluminancia y, por tanto, la potencia de la lámpara LED empleada, y cuanto mayor sea el número de puntos de luz, ya que el costo del sistema de control presencial aumenta solo ligeramente, mientras que el ahorro conseguido es mucho mayor.
Las cifras de este cuadro se han dado con los precios actuales, pero ya en la primera reposición de LED que se tenga que hacer los precios habrán bajado y el costo total de la versión LED será más barato que el de la VSAP, es decir, que ya en el momento actual resulta más barato instalar el alumbrado LED. Esta situación favorable se verá también reforzada con el paso del tiempo por la tendencia ascendendente del precio de la energía eléctrica. Y a esta gran ventaja que proporciona la lámpara LED hay que sumar las otras enumeradas en el resumen del presente artículo.
De cara al difícil panorama energético que le espera a la humanidad, hay que resaltar la gran eficacia luminosa del LED. En el caso del barrio que nos ocupa, el índice de eficiencia energética del alumbrado LED, calculado según indica el RD 1890/2008, es de 2,4, casi el doble que el del alumbrado VSAP, que es de 1,28 (por supuesto ambas soluciones con una calificación energética A).
El alumbrado LED presencial permite obtener un ahorro energético del 35%, que en nuestro ejemplo se traduce en un ahorro del costo total de un 2% debido al costo del sistema de control presencial, del que se espera su abaratamiento una vez su uso se generalice. Evidentemente, el ahorro absoluto total conseguido (en euros) será tanto mayor cuanto mayor sea el nivel de iluminancia y, por tanto, la potencia de la lámpara LED empleada, y cuanto mayor sea el número de puntos de luz, ya que el costo del sistema de control presencial aumenta solo ligeramente, mientras que el ahorro conseguido es mucho mayor.
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