En el marco del foro académico Luces y Sombras, se presentó en la Ciudad de México la llamada Carta de Taxco, reglamento para normar las propuestas sobre la iluminación nocturna de monumentos y centros históricos; el documento, uno de los primeros en su tipo en América Latina, fue realizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta) con el respaldo de expertos en la materia de diversas nacionalidades.
Luces y Sombras fue un evento organizado por el INAH y el Centro Cultural de España en México, y se llevó a acabo del 24 al 26 de octubre en el Distrito Federal; el objetivo del encuentro es contribuir en la conservación, salvaguardia y puesta en valor del patrimonio cultural desde diferentes enfoques.
Sobre la Carta de Taxco, la arquitecta Ana María Lara Gutiérrez, directora de Licencias, Inspecciones y Registros de la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos del INAH, declaró a Iluminet que hasta hace unos años no existía ninguna regulación para la iluminación de este tipo de edificaciones en nuestro país, de ahí la exigencia por tener un documento así.
La funcionaria aclaró que la propuesta surgió en el marco del Seminario Internacional de Iluminación de Monumentos Históricos, organizado por el INAH en 2009, en Taxco, Guerrero. “Empezamos a tener mayor demanda por los proyectos de iluminación, y en el Instituto nos dimos cuenta que teníamos que prepararnos al respecto, por lo cual se organizó el Seminario con la idea de capacitar a personal de todo el país; fue un taller de tres días para conocer las características físicas de la luz, la tecnología para iluminar y ejemplos de aplicaciones, entre muchos otros conceptos”.
Participaron del taller Piero Castiglione, de Italia; Miguel Ángel Rodríguez Lorite y Alfonso Jiménez Martín, de España; Leonardo Barreto, de Brasil y Carlos Martínez Ortigosa, Luis Mario Báez, Miguel Zamora Uriegas y Gustavo Avilés, por parte de México.
Derivado de ese encuentro se hicieron los primeros lineamientos de lo que ahora se llama Carta de Taxco. La funcionaria del INAH explicó que para ello se invitó a los asistentes al taller a participar de la preparación del documento, y fue así como se logró integrar un grupo internacional que incluye a diseñadores industriales y de iluminación, arquitectos, restauradores, paisajistas y urbanistas, a fin de conjugar distintas voces que enriquecieran el objetivo final.
Como parte de los trabajos de redacción de la normativa para iluminación fueron revisados textos de todo el mundo con objetivos semejantes de conservación de patrimonio cultural, como las cartas de París, de Nairobi y de Venecia.
Es así que la Carta de Taxco unifica los requerimientos mínimos para la aplicación de proyecciones de luz en los monumentos del país para este tipo de proyectos, con lineamientos y objetivos claramente definidos.
“Hace uno 10 años se empezó a popularizar el hecho de iluminar los edificios emblemáticos de algunas ciudades, para que resultaran un atractivo turístico y que los visitantes permanecieran más tiempo en las mismas; así sucedió en Morelia y Zacatecas, entre otras, pero nunca se pensó que la iluminación podía causar deterioro. El concepto era `a un edificio sólo se le puede tocar con luz´, el cual no contemplaba las acciones para iluminar, como el cableado, las perforaciones y más instalaciones que a la larga han propiciado daños al los inmuebles”, puntualizó Ana María Lara.
Ahora, la Carta de Taxco deja muy claro que entre los lineamientos para los participantes de una obra se encuentra la entrega por escrito del proyecto de iluminación, que debe contemplar investigación, propuesta conceptual de intervención y desarrollo de la misma.
La normativa aplica ya para todo el territorio nacional como un instrumento del INAH para regular los proyectos de iluminación, está a disposición de quien quiera conocerlo y se trabaja en que aparezca lo antes posible en el Diario Oficial de la Federación.
Bajo la misma, el INAH ha supervisado los templos de Santa Prisca, en Taxco, Guerrero, y de la Santísima Trinidad, en la Ciudad de México; así como en el Convento de Santa María Magdalena, en Cuitzeo, Michoacán, entre otros.
Cabe señalar que el texto incide únicamente a edificios o inmuebles históricos que se ubiquen en una zona de monumentos históricos o colindantes con éstos, porque es el rango de actuación del Instituto. Ahora bien, el INAH tiene la capacidad se sancionar a quien no cumpla con estas normas, partiendo desde la vía administrativa, pudiendo llegar al ámbito penal.
“Por ley, quien intenta participar de una obra de iluminación de monumentos históricos debe acercarse al Instituto y ahí se le proporciona el documento, se le dan a conocer los lineamientos y bajo este protocolo se norma el proyecto”, dejó claro la arquitecta Lara Gutiérrez.
La directiva del INAH acotó que la Carta de Taxco ha trascendido fronteras y paulatinamente ha sido motivo de interés en diversos países que comparten problemas de normativas similares. “En España, la fundación Endesa quieren darle difusión en ese país, lo cual demuestra que es un trabajo importante”, concluyó Ana María Lara.
Iluminet considera de gran relevancia la Carta de Taxco y la pone a tu disposición dando clik aquí para que la conozcas y puedas compartirnos tu importante opinión desde el lugar que ocupes en el mundo de la iluminación.
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